- Alonsotegi recordó ayer con una ofrenda floral y un acto institucional a las víctimas del atentado contra el Bar Aldana de la localidad, suceso del que ayer se cumplían 41 años. De esta forma, representantes del Consistorio local y del Gobierno Vasco rindieron homenaje a las cuatro víctimas mortales de este episodio de la guerra sucia del Estado ocurrido en 1980.

El 20 de enero de dicho año explotó una bomba en la entrada de este bar frecuentado por simpatizantes nacionalistas que destrozó el local y acabó con las vidas de Manuel Santacoloma, Liborio Arana y el matrimonio formado por Mari Paz Ariño y Pacífico Fica. Además, alrededor de una decena de personas resultaron heridas.

En el acto de ayer en la localidad vizcaina tomaron parte familiares de las víctimas del atentado, vecinos del municipio y delegaciones con Consistorio local y del Gobierno vasco. Así, estuvieron presentes el alcalde Joseba Urbieta, además de los concejales del PNV, de EH Bildu y del PSE. Por parte del Ejecutivo autonómico, acudieron a la ofrenda floral organizada por el Ayuntamiento Monika Hernando, directora de Derechos Humanos, Víctimas y Diversad; y Enrique Ulibarriarana, asesor de Víctimas de Lakua.

El atentado fue reivindicado por los Grupos Armados Españoles (GAE) y nunca se investigó la relación que pudo tener el Estado español con esta facción ultraderechista, en un contexto de tardofranquismo en el que el Gobierno financió a grupos similares para llevar a cabo acciones de guerra sucia en Euskadi.

De esta manera, el atentado quedó sin esclarecer y sus perpetradores jamás fueron identificados. A pesar de haber pasado ya más de cuatro décadas desde el suceso, las instituciones vascas reafirman su intención de que se siga investigando y se pueda reparar a los familiares de las víctimas. Sin embargo, y tal y como ha ocurrido con muchos otros atentados de la extrema derecha o del terrorismo de Estado en Euskadi, a día de hoy siguen impunes y con cada vez menos opciones de poder resolverse.

En el caso del Bar Aldana, nunca se llegó a saber quiénes estaban detrás o participaron directamente en las acciones de los Grupos Armados Españoles, que operaron entre 1979 y 1980 y fueron los responsables de al menos tres atentados. Según un informe de la Oficina de Víctimas del Terrorismo del Gobierno Vasco realizado en 2010, los GAE cometieron seis asesinatos: los cuatro del Aldana y dos de miembros de la izquierda abertzale en Gipuzkoa.

Según investigaciones posteriores y confesiones de antiguos militares, los comandos ultras eran financiados con fondos de la Guardia Civil o del servicio de inteligencia SECED y se les daba vía libre para actuar al margen de la ley.

A falta de una investigación o de la identificación de los culpables, los vecinos de Alonsotegi mantienen viva la memoria de lo ocurrido con iniciativas como el documental Aldana 1980, explosión de silencio, donde se narra cómo transcurrió el atentado y los días posteriores, y se denuncia la falta de interés que hubo por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en investigar lo ocurrido y tratar de esclarecer la autoría de la masacre.