Galder Barbado y Aitor Zelaia han asegurado este jueves en el juicio en el que están acusados por tener explosivos destinados a acciones de violencia callejera que rechazan todo tipo de violencia y que apoyaban el "movimiento de la izquierda abertzale de forma pacífica".

La Audiencia Nacional ha comenzado este jueves el juicio contra Galder Barbado y Aitor Zelaia, acusados de depósito de armas y explosivos destinados a acciones de kale borroka.

La Fiscalía pide para cada uno ocho años de cárcel, libertad vigilada por otros 7 años e inhabilitación por el tiempo que dure la condena.

Durante la sesión de este jueves han declarado los dos acusados, quienes han rechazado cualquier tipo de violencia y han asegurado que son simpatizantes del movimiento de izquierda abertzale, pues comparten las ideas y estrategias para conseguir sus objetivos políticos, si bien han dejado claro que siempre "a través de vías pacíficas".

Asimismo, han asegurado que no existía ninguna relación entre ambos.

Una versión que contradice los informes policiales, ya que las huellas de los dos acusados aparecen en los elementos encontrados en un bidón oculto en el interior de un tubo de hormigón hallados en 2018 en un descampado de Durana.

Los acusados han negado que tuvieran conocimiento de la existencia de este bidón.

También han declarado dos policías, uno de ellos ha asegurado que los elementos encontrados en el bidón (botes de clorato potásico, cohetes pirotécnicos, cables eléctricos, botes de gas propano, bombas de camping gas, tuercas y tornillos, entre otros) están relacionados con la kale borroka.

El agente ha explicado que almacenar estos artefactos en un bidón es una práctica habitual de organizaciones similares a ETA, aunque no ha afirmado que dicho material pertenezca a esta banda.

Por otra parte, tras la vinculación de los acusados con el bidón de Durana, los agentes procedieron a los registros efectuados en la vivienda de los dos jóvenes.

En la casa de Zelaia incautaron una mochila con bridas, guantes, pasamontañas, walkie talkies, teléfonos móviles, donde los agentes encontraron ADN de Barbado. Los acusados han atribuido este hallazgo a que ambos habían trabajado en un festival de rock.

Precisamente otro de los testigos que trabajaba en el festival ha confirmado que los voluntarios comparten objetos como los encontrados en la vivienda de uno de los acusados, pero el policía ha manifestado que existen evidencias para pensar que dichos elementos son para llevar a cabo "actividades de ocultamiento o de tipo clandestino".

En el registro efectuado en la vivienda de Barbado, los policías encontraron diversa documentación relacionada con su actividad política, así como dos objetos sobre ETA. El acusado residente en este apartamento ha afirmado que dicho elementos relativo a la organización terrorista se encontraban en la casa antes de que él entrara allí a vivir.

Además, el último testigo que ha prestado declaración, el compañero de piso de Barbado, ha explicado que no puede asegurar que dichos objetos pertenezcan a este joven.

El juicio se reanudará el viernes a las 10:30 horas en la Audiencia Nacional.