- El Govern se inclina por aplazar tres meses las elecciones autonómicas de Catalunya previstas para el 14 de febrero, es decir hasta finales de mayo, por el alto ritmo de contagios de covid-19, aunque la decisión final se tomará en la reunión de partidos prevista para mañana. Aunque diversos medios apuntaban ayer a que barajan fechas como el 16 o el 30 de mayo, fuentes del departamento de Exteriores indicaron que, en caso de aplazamiento, “la propuesta de nueva fecha se tendría que acordar en el seno del Govern” y “en base a criterios de Salud”.

En su comparecencia ante la Diputación Permanente del Parlament, la portavoz de Govern, Meritxell Budó, evitó posicionarse claramente a favor o en contra de posponer las elecciones, pero advirtió de que a la hora de tomar la decisión final se antepondrá “la salud de los electores y no el resultado de las elecciones”.

A juicio de los socialistas, que convulsionaron el escenario electoral al designar como candidato al ministro de Sanidad, Salvador Illa, consideran que no hay motivos para posponer los comicios en ausencia de un confinamiento domiciliario, y advierten de que, en cualquier caso, la decisión final corresponde a la Junta Electoral Central y no al gobierno catalán, porque las elecciones se convocaron automáticamente. “La legislación vigente no contempla la suspensión de unas elecciones ya convocadas y que, de hecho, las elecciones han sido convocadas automáticamente y no por una decisión del Govern. Quien no ha convocado, no puede aplazar”, aseguró el PSC en un comunicado.

Fuentes del partido afirmaban que aún no han decidido si impugnarán un aplazamiento, que también rechazan los principales sindicatos y patronales de Catalunya.

Sin embargo, la postura de los socialistas difiere de la expuesta por el resto de grupos en la sesión de la Diputación Permanente. Ciudadanos y la CUP fueron los que más abiertamente apostaron por buscar una nueva fecha para llamar a los catalanes a las urnas: “No me veo haciendo campaña mientras colapsan las UCI”, aseguró el candidato naranja, Carlos Carrizosa.

También se inclinaron por postergar las elecciones los comunes, que abogan por incorporar a los agentes sociales en la decisión final y exigen que se fije una fecha alternativa en seguida.

Aunque el líder del PPC, Alejandro Fernández, esquivó la cuestión electoral durante su comparecencia en el Parlament, fuentes de los populares afirmaron que no se opondrán al aplazamiento si los expertos lo recomiendan para garantizar la seguridad de la población.

Durante su intervención, el dirigente de ERC Sergi Sabrià pidió “corresponsabilidad” al resto de partidos a la hora de resolver si hay que posponer las elecciones ante los pronósticos “poco optimistas” de la evolución de la covid-19, y acusó al PSC y al ministro Illa de hacer “electoralismo” con su postura. “Debe ser el único ministro de Sanidad que pone los intereses electorales de su partido por encima de los colectivos”, ironizó. Por su parte, el líder de JxCat en el Parlament, Albert Batet, afirmó que el PSC tiene “prisa” en celebrar las elecciones para que su primer secretario, Miquel Iceta, pueda ser designado ministro.

Más allá de las opiniones de los partidos políticos, según los datos de la Conselleria de Sanitat, la tercera ola de la epidemia sigue agravándose ya que en las últimas horas se notificaron casi 5.000 contagios y hay 2.501 personas hospitalizadas, 493 de las cuales están graves en la UCI.

“Debe ser el único ministro de Sanidad [Illa] que antepone intereses de partido a lo colectivo”

ERC

“La legislación vigente no contempla la suspensión de unas elecciones que están ya convocadas”

Comunicado