- El éxito de una negociación entre gobiernos depende de la voluntad política y, a menudo, del impulso que reciba al más alto nivel por parte de los presidentes, que escogen a su equipo en sintonía con sus objetivos. A partir de ahí, las personas al frente de cada ministerio sí pueden aportar un plus con un perfil dialogante o una sensibilidad especial ante las materias que gestionen. El Ejecutivo vasco ha encontrado en Carolina Darias como ministra de Política Territorial a una interlocutora cordial. Ha mostrado sintonía a la hora de abordar el calendario de transferencias para cumplir el Estatuto de Gernika. Ahora que circula la hipótesis de que el líder de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, ocupe su lugar, no parece que se vaya a producir una merma en el grado de compromiso con los objetivos sobre el modelo territorial e, incluso, se ha generado la expectativa de que quiera dejar su impronta, por el ardor con el que apela al reconocimiento de Catalunya como nación, y al modelo plurinacional en general. Iceta, que tiene vínculos con Euskadi y familia del PNV, se ofreció en su momento a mediar entre el Estado y el Govern para evitar un choque, se le reconoce un perfil dialogante y conciliador, y el PNV rompió una lanza a su favor cuando los socialistas lo propusieron como presidente del Senado, aunque el intento no prosperó porque el deshielo con ERC aún no estaba maduro.

Iceta se reivindica en una entrevista hecha pública ayer por Efe. Dice que no va a cambiar sus ideas para acceder a un ministerio. “No entra en mis planes hacer este tipo de virajes, que en algún caso se han visto”, recalca, para señalar que “España es una nación de naciones”. Este mensaje muestra la sensibilidad de Iceta, aunque en sentido estricto no cubre las aspiraciones de partidos como el PNV, porque los socialistas entienden la nación como algo cultural, no político. Que el PSOE reconozca a Catalunya o a Euskadi como naciones no implica que reconozca su derecho a decidir, un principio que el socialismo rechaza a día de hoy. El PSC ha tenido debates más tortuosos que han desembocado igualmente en su actual rechazo, por ejemplo, a un referéndum independentista, e Iceta vuelve a proponer en su entrevista que la solución podría ser una reforma de la financiación, ampliar el autogobierno y evitar la intromisión en competencias autonómicas.

La experiencia contrastada que han tenido tanto los nacionalistas vascos como los catalanes en el Congreso indica también que el Gobierno español solo se mueve cuando necesita sus votos. Pero el perfil de Iceta lo puede hacer idóneo para el cargo a ojos de Sánchez. Iceta podría recalar en el Ministerio de Política Territorial en el marco del baile de sillas que va a provocar la salida de Salvador Illa del Ministerio de Sanidad. Illa ha sido escogido como candidato del PSC a la Generalitat en detrimento del propio Iceta, que será premiado con un asiento en el Consejo de Ministros. Teniendo en cuenta que el relevo natural de Illa en Sanidad es Carolina Darias, con quien ha trabajado codo con codo durante la pandemia, la vacante de la ministra podría cubrirse con Iceta.

En realidad, el Estado plurinacional es una idea que abandera el propio PSOE bajo el liderazgo de Pedro Sánchez, pero el PSC fue la avanzadilla de este discurso y del modelo federal fraguado en la Declaración de Granada. Tampoco sería el primer ministro de Política Territorial del PSC porque, durante la etapa posterior a la moción de censura, ese cargo lo ocupó Meritxell Batet. Sin embargo, Iceta, por las circunstancias que le ha tocado vivir como líder del PSC y candidato en anteriores elecciones, fue la cara visible de la tercera vía con el objetivo de hacer un hueco a su partido en un momento de polarización de la política catalana durante el mandato de Mariano Rajoy en el Estado español. Fue entonces cuando se presentó con ese mensaje de la tercera vía que sigue defendiendo.

Iceta dice desconocer si su futuro está en el Gobierno español, dice que no depende de él pero, en el caso de que tuviera que recalar en el ministerio, recalca: “Tengo obra escrita al respecto. En algunos temas uno puede ir modificando mucho, pero yo en un año tan cercano como en 2017 hice un libro que se llama Tercera vía. Puentes para el acuerdo, que para mí sigue teniendo plena vigencia. Por lo tanto, yo no voy a cambiar mis ideas para acceder a un ministerio. No entra en mis planes hacer este tipo de virajes que en algún caso se han visto”, dice.

Defiende que la defensa de Catalunya como nación es legal porque la Constitución reconoce que hay “nacionalidades y regiones”. “Si nación es sinónimo de Estado, el Estado es el español, que es el que garantiza la ciudadanía y la igualdad de derechos y deberes. Pero si nación es un sentimiento de identidad, ¿por qué no? Yo creo que España es una nación de naciones. Lo he defendido siempre, y lo seguiré haciendo”, zanja. Sobre los indultos, no concreta si el Gobierno debería concederlos o no, pero apunta que “es evidente que hay que cerrar heridas”, y pone en valor la mesa de diálogo con ERC.

Si Iceta se hace finalmente con la cartera, será el encargado de negociar los traspasos con el Gobierno vasco. El equipo de la consejera Olatz Garamendi ha encarrilado en las últimas jornadas con Darias un primer documento sobre el traspaso de Prisiones (algo histórico, porque ningún otro Gobierno español había llegado a desbrozar esta transferencia por escrito). El calendario contempla la transferencia para finales de marzo, y no se espera que el relevo en el ministerio pueda dejar en el alambre los compromisos porque existe un pacto político y, a lo sumo, podría existir un periodo de aterrizaje de Iceta. El trabajo podría ser facilitado por el equipo de secretarios de Estado si no acompañan todos a Darias en Sanidad. Además de cumplir el Estatuto, Euskadi tiene pendiente el pacto sobre un nuevo estatus de autogobierno.

Iceta ofreció mediar en 2017 para evitar la declaración de independencia unilateral de Puigdemont, y la suspensión del autogobierno con el artículo 155 que preparaba Rajoy. En 2019, el PSOE lo propuso como candidato a presidir el Senado, y el líder jeltzale Andoni Ortuzar pidió a los soberanistas catalanes que reconsiderasen su rechazo porque Iceta podía hacer “olvidar el Senado del 155” y poner en marcha una Cámara Alta de “diálogo y reconciliación”. Los jeltzales opinaron que era una buena opción “para que el Senado tenga otro cariz”.

“Si nación es un sentimiento de identidad, yo creo que España es una nación de naciones”

“Tengo obra escrita al respecto. No voy a cambiar mis ideas para acceder a un ministerio”

Primer secretario del PSC