Miles de ciudadanos se han sumado a las manifestaciones convocadas por la Red Ciudadana Sare para reivindicar el traslado al País Vasco de los presos de ETA, una red que ha valorado los acercamientos de reclusos de los últimos meses como "importantes y significativos, aunque insuficientes".

Esta tarde se han celebrado las concentraciones convocadas en 238 localidades de Euskadi para pedir el acercamiento, bajo el lema "Bidea gara" (Somos el camino).

El acto principal ha tenido lugar en Bilbao, ante el Ayuntamiento, donde ha finalizado la marcha iniciada una hora antes en la Plaza Moyúa, con el encendido de teléfonos móviles a modo de "linternas".

La abogada Amaia Goirigolzarri y el exrector de la UPV Iñaki Goirizelaia han leído el manifiesto final, en el que han considerado "imprescindible acabar definitivamente con la política penitenciaria de excepción".

Sare ha valorado como "importantes y significativos" los cambios de los últimos meses, cuando se ha trasladado a más de un centenar de presos de ETA a cárceles cercanas a Euskadi.

"Aunque entendemos que estos movimientos no son suficientes, nos permiten atisbar la posibilidad de un verdadero cambio, un camino a recorrer, y queremos aprovechar la oportunidad para que el camino sea definitivo".

Son seis las reivindicaciones planteadas hoy por Sare: el traslado de los presos a Euskal Herria y el fin de la política de alejamiento, excarcelación de presos con enfermedades graves así como de avanzada edad, que se posibilite la progresión de grados, que se permita a los presos vivir con sus hijos, y que se aplique la acumulación de penas, de manera que se tengan en cuenta los años de penas cumplidos en Francia para las penas impuestas en España.

Antes de las movilizaciones de la tarde, Sare ha celebrado esta mañana otro acto en el Palacio Euskalduna de Bilbao, con aforo reducido a 70 personas, junto a representantes de PNV, EHBildu y Podemos.

En el acto del Euskalduna el orador ha sido el antiguo coordinador de Lokarri Paul Ríos, quien ha destacado la "pena" a la que se condena a los allegados de los presos alejados de Euskadi, unos familiares sobre los que se ha puesto poco el "foco".

Ríos también ha opinado que ha faltado llevar a la práctica las declaraciones consensuadas en Euskadi a favor del acercamiento, de manera que se ha dado la llave excesivamente al Gobierno español al no lograrse este "consenso operativo en Euskadi".

El portavoz de Sare, Joseba Azkarraga, ha admitido que algo se está moviendo en la política penitenciaria, con los traslados a cárceles cercanas al País Vasco, pero la situación "aún no es aceptable". Sare considera que "el fin de la política de alejamiento solo será un hecho cuando todos y todas estén en Euskal Herria", ha insistido Azkarraga.

Además, Azkarraga ha agregado que "la situación de las personas presas no nos impide comprender y solidarizarnos con los sufrimientos que han tenido aquellas personas a las que la violencia les ocasionó un daño irreversible y afectó profundamente a su vida personal y familiar".

Antes del acto, Irune Berasaluce, parlamentaria vasca del PNV, ha instado al Gobierno español a que ponga fin al régimen de excepcionalidad y, "en cumplimiento de la legalidad vigente, proceda al acercamiento de presas y presos vascos a cárceles cercanas a su domicilio".

"En el PNV defendemos un modelo penitenciario más humanizado y orientado a la reinserción, un modelo que nos permita seguir avanzando en la normalización política y en la consolidación de la convivencia", ha dicho la representante del PNV en este acto.

También han acudido representantes de EHBildu -Maddalen Iriarte- y Podemos Euskadi -Miren Gorrotxategi-, de los sindicatos vascos, y miembros de otros grupos, como Etxerat, y de partidos como ERC y la CUP.