- El Foro Social Permanente dio ayer por “superada la fase de inmovilismo que caracterizó al Gobierno de Rajoy” con respecto a los presos de ETA, pero avisó de que “no da por buenos” los acercamientos “a medias” a cárceles cercanas a Euskadi, y no concretamente vascas. En rueda de prensa celebrada en Bilbao, integrantes del colectivo presentaron el documento Análisis sobre avances, bloqueos y retrocesos en la resolución de la cuestión de las personas presas, y defendieron que los cuatro centros penitenciarios de la CAV y Nafarroa disponen de “suficiente espacio para acoger a todos”.

En este sentido, Nazario de Oleaga y Teresa Toda destacaron que los primeros acercamientos de presos de la organización llevados a cabo por el Gobierno de Pedro Sánchez se produjeron en septiembre de 2018 a un “ritmo lento, de dos presos por mes”, lo que generó “frustración”. Tras destacar que desde julio de 2020 el Ejecutivo español ha mantenido una segunda fase de acercamientos a un “ritmo constante”, que se ha acelerado en el último trimestre del año una media de 5-6 presos por semana”, el Foro ha dado por “superada la fase de inmovilismo que caracterizó al Gobierno de Rajoy”. No obstante, lamentaron que, a fecha de hoy, la mayoría de presos que integran el colectivo oficial EPPK todavía se encuentran cumpliendo condena en cárceles alejadas entre 600 y 1.100 kilómetros. “Desde el Foro Social no podemos dar por buenos esos acercamientos a medias”, dijeron.

Defendieron que se dan mayorías y consensos “transversales institucionales, políticos, sindicales y sociales suficientes”. “Estos consensos deben ejercer de palanca hacia el Gobierno español y de apoyo frente a los sectores contrarios a dar solución a esta problemática”, dijeron, al tiempo que lamentaron que “no existe un plan explicitado públicamente por parte del Gobierno” sobre la excarcelación de enfermos, mayores de 70 años o el acercamiento de presos. Pidieron asimismo “un plan de reintegración” pilotado desde las instituciones que permita el “acompañamiento” a los presos en su itinerario individual de reintegración, “tanto en el camino de acceso a la libertad condicional como en la posterior reintegración social”.