- El Gobierno Vasco sigue con la mano tendida para atraer a la oposición a los Presupuestos con el fin de mandar a la ciudadanía un “mensaje de unidad” en el contexto de la pandemia. Y lo hace pese a resultarle “chocante” la diferencia de actitud de EH Bildu respecto a las Cuentas vascas y a las del Estado, y al “escapismo” de Elkarrekin Podemos para aludir el acuerdo. Mientras la formación morada alega que Lakua ha incumplido más de la mitad de las medidas firmadas en el pacto que alcanzaron para 2020 y desliza que no se fía del PNV; el consejero de Economía, Pedro Azpiazu, replicó que buena parte de esos reproches “no son verdad” ya que algunos de los consensos han estado mediatizados por la pandemia. “Están poniendo líneas rojas, verdes y moradas para hacer escapismo del pacto presupuestario”, censuró el dirigente jeltzale, que, además, recordó que el Ejecutivo de Iñigo Urkullu “no necesita apoyos especiales” para sacar adelante sus números en base a su mayoría absoluta y, sin embargo, “no renuncia” a esos respaldos adicionales.

Desde el Gobierno PNV-PSE tampoco se entiende que Bildu avalara las Cuentas de Pedro Sánchez “sin conocer” siquiera su contenido, y en la CAV mantenga una posición tan “diferenciada”. Con todo, en respuesta al objetivo de reforma fiscal que pretenden la coalición soberanista y Elkarrekin Podemos, Lakua se abre a analizar una posibilidad que “ahora no toca”. A juicio de Aspiazu, “cualquier subida de impuestos tendría un impacto negativo” en una actividad económica que ya se encuentra muy afectada por la crisis del coronavirus. Solo cuando se perciba “la luz de salida”, Gobierno Vasco y diputaciones forales empezarán a trabajar sobre ello.

Mientras se desgranaba ayer en el Parlamento Vasco este proyecto de Cuentas, la coordinadora general de Podemos Ahal Dugu, Pilar Garrido, insistía desde Donostia en que su formación “no blanqueará” los Presupuestos ni se dejará “utilizar para escenificar una voluntad de diálogo que no tienen” en Lakua. Ahora bien, tampoco los enmendará a la totalidad porque eso conduciría a Euskadi a “callejones sin salida” en medio de la crisis actual. “No habrá cheques en blanco, ni negociaciones de despacho”, sino que “las propuestas” de Podemos serán “claras y transparentes”, zanjó. Todo en aras de “un cambio de modelo” en las negociaciones presupuestarias de diputaciones y ayuntamientos.