- No es novedoso que el PNV no celebre un acto en el aniversario del Estatuto de Gernika. Los jeltzales volvieron a mantener ayer una posición central entre quienes dicen defenderlo pero se han negado a cumplirlo durante 41 años reteniendo las competencias pendientes desde el Gobierno español, y una izquierda abertzale que ha menospreciado históricamente este instrumento al considerar que se quedaba corto o que troceaba Euskal Herria al cubrir únicamente el ámbito de la comunidad autónoma vasca.

El PNV defiende la apuesta que supuso el Estatuto hace más de cuatro décadas, y exige que se cumpla. En ese sentido, fuentes del partido consultadas en la jornada de ayer pusieron el foco en que “resulta curioso” que en esta fecha organicen actos quienes han denostado el texto durante más de cuarenta años. Pero también consideraron llamativo que lo hagan quienes han podido desarrollarlo plenamente todos estos años con su presencia en el Gobierno español (el PP y los socialistas) y, a pesar de ello, hayan dado largas, aunque ahora tengan voluntad de cumplirlo íntegramente como sucede con el presidente Pedro Sánchez.

El partido de Andoni Ortuzar reivindica su “posición central” porque exige que se cumpla un Estatuto que es ley sin escatimar ninguna competencia (tampoco la de prisiones o la gestión del régimen económico de la Seguridad Social). Pide que el Estatuto de Gernika se cumpla, y también defiende el nuevo estatus.

Lo que le llama la atención al PNV es que celebren actos los que han tenido en su mano cumplir el Estatuto desde el Gobierno español, algo que realizan incluso bajo el Árbol de Gernika como también hizo el PP. Además, apuntó que le llama la atención que se organicen actos en esta situación de pandemia.

El Gobierno Vasco va a negociar con el español una treintena de competencias recogidas en el calendario de la ministra Darias. En este proceso es vital la fuerza del PNV en el Congreso de los Diputados, que se hace valer porque sus votos son necesarios. Aunque el Estatuto es ley, históricamente se ha demostrado que el Estado no ofrece de buena voluntad los traspasos, sino cuando se encuentra en necesidad de apoyos. En paralelo, el PNV defiende un nuevo estatus de autogobierno en el Parlamento Vasco, donde los juristas designados por los jeltzales, PSE y Elkarrekin Podemos han pactado unas bases.