- Como el resto del arco político, el PNV recibió ayer con sorpresa el nuevo discurso de Pablo Casado y su súbita contundencia a la hora de romper con Vox. Y, teniendo en cuenta que los jeltzales fueron los pioneros a la hora de proponer un cordón sanitario contra la ultraderecha, que el PP decida alejarse del partido de Santiago Abascal y volver a situarse en el centro se ha evaluado de manera positiva en Sabin Etxea. No obstante, las fuentes consultadas por este periódico en la Ejecutiva jeltzale dudan de que Casado vaya a mantener este nuevo tono. Conociendo los precedentes y los habituales cambios de criterio de Casado, el PNV se mantiene a la expectativa de comprobar si el PP ha lanzado su alegato simplemente para salir del paso en la moción de censura de Vox contra Pedro Sánchez, o si, por el contrario, el cambio es real y se va a traducir en hechos concretos en su acción política. Es ahí donde emerge la clara contradicción que se le presenta ahora a Casado, que cuenta con el apoyo de Vox en la Comunidad de Madrid, Murcia y Andalucía.

“El discurso de la moción le sale gratis. Tienen que poner música nueva a la letra del discurso de la moción. Acompañarlo con su acción política. No casa que mantengan sus acuerdos autonómicos con Vox”, recalcan. El PNV sí reconoce que aprecian un cambio en el discurso y lo valoran, pero tienen dudas de que lo mantenga y lo ponen en cuarentena. Casado ha cambiado de criterio sobre Vox en más de una ocasión, y lo ha calificado de partido constitucionalista o bien de partido de extrema derecha en función de la estrategia electoral que hubiera adoptado el PP.

El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, valoró ayer en Twitter que “parece que el PP ha despertado”, y criticó a un Abascal “pasado y rebasado”. “En esa tribuna se ve su limitadísimo nivel político”, dijo. El propio Esteban abrió la espita del cordón sanitario a Vox con su célebre decisión de no dar la mano al portavoz Iván Espinosa de los Monteros tras un debate televisivo. Los jeltzales rechazan a Vox por su discurso en contra del autogobierno y regresivo sobre la violencia contra las mujeres o los avances sociales.

En el Parlamento Vasco, todos los partidos salvo precisamente PP+C’s defienden que no se dé cancha a Vox, acordaron ajustar sus asesores y sus turnos de intervención, y en las últimas jornadas han ido un paso más allá al negarse a participar en los debates que suscite. El PP ha marcado ahora distancias con Vox en el Congreso de los Diputados, pero se desconoce si se plasmará en alguna decisión política concreta. Necesita su apoyo externo en los gobiernos autonómicos. Vox puede presentar mociones de censura para descabalgar al PP pero sería pólvora mojada porque no tendría apoyos. Pero el PP sí lo necesita para aprobar sus Presupuestos y está por ver si sigue negociando con ellos.