- Apenas 24 horas después de la sentencia del Tribunal Supremo que le despojaba del cargo de president de la Generalitat, Quim Torra mantuvo ayer activa su agenda y visitó a los presos soberanistas en la cárcel de Lledoners (Barcelona). En dicho marco se refirió a la mesa de diálogo entre el Govern y Moncloa y exigió que la misma aborde una ley de amnistía “para los presos políticos y para los 2.850 represaliados” y el derecho de autodeterminación, dos cuestiones que, reclamó, deben aparecer por escrito en el orden del día. De este modo, tras su salida de la jefatura del Govern, Torra sigue intentando condicionar el debate político con una exigencia de máximos para su socio, ERC, en una mesa de diálogo con el Gobierno español en la que a priori ya no tendrá asiento -ayer se limitó a decir que esta cuestión la decidirán sus “compañeros”-.

En el acuerdo suscrito entre los dos socios del Govern, JxCat y ERC, para pilotar los próximos meses en Catalunya, certificaron que Torra no asumirá “ningún rol simbólico” en el Ejecutivo en funciones, aunque estará a disposición del mismo, tal y como adelantó en su declaración institucional del lunes. Definieron un grupo de coordinación formado por ocho miembros, cuatro por cada partido, con sus pesos pesados para gestionar el periodo hasta las elecciones, con Aragonès con funciones limitadas.

Ayer mismo se comprobó que Torra sigue tratando de ejercer su influencia, cuando emplazó a Moncloa, “tras 11 meses del gobierno más progresista de la historia, a resolver el conflicto catalán”. “Estamos en esta mesa de negociación, pero para hablar de autodeterminación y amnistía -insistió-. Queremos verlo por escrito. Ya basta de fotos y reuniones inútiles en que se quiere escenificar un presunto diálogo”.

Por su parte, el Gobierno español expresó su optimismo respecto a la mesa de diálogo, y así la ministra portavoz, María Jesús Montero, aseguró ayer que “el tiempo de la confrontación, del frentismo, de la desobediencia en términos legales ha pasado” y que es hora de abrir un “nuevo capítulo de la mano de la empatía, el diálogo y la capacidad de comprensión” en ese foro.

Quim Torra también mantendrá su cuota de protagonismo con el recorrido judicial que seguirá a su condena de año y medio de inhabilitación por un delito de desobediencia. Ayer presentó un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional que este órgano estudiará si admite a trámite el 6 de octubre. El pleno del tribunal también decidirá si admite suspender de forma urgente la ejecución de la sentencia, unas peticiones con pocos visos de salir adelante pero que tienen un carácter instrumental de cara al verdadero objetivo de Torra, llegar a instancias europeas. Él mismo confirmó su intención de agotar el recorrido legal en España y poder así librar “la batalla que queremos tener con neutralidad y que sabemos que nos será favorable en Europa”.

Hoy será otra fecha señalada con la comparecencia que Quim Torra protagonizará a las 15.00 horas en un pleno monográfico del Parlament sobre su inhabilitación, como solicitaron JxCat y ERC. El presidente de la Cámara, Roger Torrent, lo convocó finalmente pese a las dudas que habían surgido por la no publicación del real decreto de cese firmado por Felipe VI en el BOE y el DOGC. Durante toda la jornada, los partidos soberanistas denunciaron este hecho como una “irregularidad”, pero la Abogacía del Estado determinó que la inhabilitación de Torra no tiene que publicarse para ser efectiva. El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, anunció que los socialistas no asistirán, mientras que PPC y C’s sí lo harán para “defender la dignidad de todos los catalanes”. Los únicos puntos del orden del día son la comparecencia de Torra y el debate posterior entre los grupos.

“Ya está bien que España sea siempre la excepción en el respeto a los derechos fundamentales”

Expresident de la Generalitat