- El vicepresident de la Generalitat y coordinador nacional de ERC, Pere Aragonès, defendió ayer la necesidad de “forzar la negociación con el Estado” como arma para seguir dando pasos en el proceso independentista de Catalunya. Aragonès realizó esta disertación la misma jornada en que la ministra de Defensa, Margarita Robles, rebajó la mesa de diálogo con las formaciones catalanas al no verla como una prioridad para el Gobierno de Pedro Sánchez.

El segundo de abordo del Govern de Torra parece mantenerse inasequible al desaliento. Ello, pese a que el Gobierno viene lanzando mensajes de que no es el momento de la mesa de partidos, aún y cuando puede que necesite la colaboración de ERC para sacar adelante sus presupuestos, aunque los socialistas puedan desechar a los republicanos para abrazarse a Ciudadanos. “Si Sánchez quiere un segundo acuerdo, antes tiene que cumplir el primero”, evidenció el vicepresident, que es definir como recuperar el crédito que el Ejecutivo español ha perdido y “afrontar la vía política como resolución del conflicto”.

“Primero, revirtiendo la política represiva. Nosotros proponemos una ley de amnistía porque, si no, no podemos negociar de igual a igual. Y, en segundo lugar, sentarse a negociar con el Gobierno una vía política”, que Aragonès resumió en un referéndum previa amnistía. En todo caso, y en cuanto a si el referéndum es condición sine qua non para volver a sentarse en la mesa de negociaciones, aseguró que “no”.

En todo caso, Aragonès llamó a reforzar el soberanismo catalán, a la “movilización y a la fortaleza de las instituciones” como paso previo para alcanzar un escenario de ruptura con el Estado. Con un independentismo que ha perdido fuelle, al menos en comparación con los efervescentes días del referéndum del 1-O, aseguró que “tiene que hacer el esfuerzo, que tiene que permitir volver a los momentos mejores y al momento de crecimiento, que era cuando se dirigía al conjunto de la población”. El vicepresident apeló además a dejarse de disputas entres formaciones, para enviar un mismo mensaje. Y es que cuando el independentismo discute entre si, se queda donde está y el movimiento se detiene”, según puntualizó.