- La Junta Directiva Nacional del PP celebrada ayer fue prolija en novedades, pero no para el PP vasco, que sigue a la espera de noticias de Génova. Fuentes de la formación consultadas por este medio aseguraron que el cónclave popular no arrojó pistas respecto a la celebración del esperado congreso del partido en Euskadi para proceder a renovar su dirección, pendiente desde la dimisión de Alfonso Alonso el pasado 24 de febrero. Desde entonces ejerce de presidenta en funciones Amaya Fernández, cabeza visible del sector moderado frente al duro Carlos Iturgaiz, que lidera el grupo en el Parlamento Vasco.

Una bicefalia que, en teoría, debía medir sus fuerzas en un congreso que las primeras previsiones situaban en otoño, pero que algunos medios retrasaban ayer hasta la primavera del año próximo. La principal razón estriba en los cambios introducidos por Pablo Casado en la dirección estatal, que fueron aprobados ayer mismo en la Junta Nacional, por la necesidad de imprimir un rodaje a este nuevo modelo. El botón para convocar los congresos autonómicos se encuentra en Génova y el PP vasco sigue conteniendo el aliento, aunque no es la única delegación autonómica que permanece a la espera.

Mientras, nadie da un paso al frente y no ha salido ningún candidato a la palestra, situación que podría prolongarse si se confirma la dilación en el tiempo del congreso. La razón esgrimida de forma recurrente para no postularse es que ese cónclave no se ha convocado de forma oficial, una situación que por ahora no sufrirá cambios. La presidenta del PP de la CAV, Amaya Fernández, protagonizará hoy una rueda de prensa en la sede del partido en Bilbao, convocatoria que en un principio estaba prevista el pasado miércoles pero que se cambió de día a última hora, presumiblemente para esperar al resultado de la Junta de ayer.

Pablo Casado salió reforzado de dicho cónclave con un cierre de filas en torno a sus cambios en la dirección tras la salida de Cayetana Álvarez de Toledo de la portavocía. Su apuesta por Iturgaiz como candidato a lehendakari en las elecciones del 12-J en la coalición PP+C’s derivó en un fracaso histórico y el partido en Euskadi vuelve a ser una patata caliente para sus intereses.