- Dos órdenes de las consejerías de Salud y de Seguridad y un decreto del lehendakari sirvieron ayer para poner en marcha la declaración de emergencia sanitaria que servirá para combatir el coronavirus desde las competencias vascas y con el mando único de Iñigo Urkullu. La apuesta por una gestión propia se desprende de los textos de las órdenes, como la emitida por la consejera de Salud, para solicitar a Seguridad la activación del Plan de Protección Civil de Euskadi, donde cita que la Ley 8/1997, de 26 de junio, de Ordenación Sanitaria de Euskadi, señala en su artículo 12.1 que “la dirección, planificación y programación del sistema sanitario de Euskadi es competencia del Gobierno Vasco y se ejecuta a través de los órganos competentes de la administración general de la comunidad autónoma de Euskadi”, y en su punto dos señala que abarcará “las intervenciones que supongan ejercicio de autoridad, necesarias para garantizar la tutela general de la salud pública”.

Menciona también que el decreto 24/2016 del lehendakari de creación, supresión y modificación de los departamentos atribuye a Salud la “vigilancia epidemiológica”, y que el decreto 80/2017 “atribuye al Director de Salud Pública y Adicciones, como autoridad sanitaria, la coordinación de las actuaciones sanitarias ante todo tipo de situaciones de alerta en el ámbito de la salud pública”.

La orden de la consejera de Seguridad, por su parte, recuerda que corresponde a su departamento la activación formal del plan territorial de protección civil de Euskadi (Labi), así como ejercer su dirección única y coordinación, sin perjuicio de la asunción por el lehendakari de tales facultades a la vista de la especial extensión o intensidad particularmente grave de las circunstancias.

El lehendakari, con la cobertura de las dos órdenes, asume el control por las circunstancias actuales y “su especial extensión, susceptible de afectar a la sociedad en su conjunto y a los más diversos sectores sociales y económicos”. Asume la “dirección única”.