- Bakartxo Tejeria volverá a regir la gobernanza del Parlamento Vasco durante los próximos cuatro años. Por tercera vez consecutiva ha sido elegida para presidir el Legislativo vasco. Nadie hasta ahora había aguantado tanto tiempo en un cargo donde el funambulismo político y la cintura negociadora son esenciales para garantizar el normal desarrollo de la Cámara y preservar la ecuanimidad inherente al cargo.

Su tercera legislatura como rectora de la institución se prevé aún más complicada que las anteriores. La pandemia por la covid-19 va a exigirle un plus, tal y como reconoció ella misma ayer durante su discurso tras ser reelegida en el cargo, Tejeria hizo un llamamiento al esfuerzo de todos los parlamentarios para lograr “acuerdos amplios” que permitan a Euskadi salir de la grave crisis provocada por el coronavirus. Además, se ha comprometido a culminar la actualización del autogobierno y a conseguir “un nuevo modelo de relación con el Estado” basado en la bilateralidad y el respeto a lo que los vascos decidan.

En el pleno constitutivo de la Cámara de la nueva legislatura autonómica, en el que se guardó un minuto de silencio por las víctimas del coronavirus, tomaron posesión de sus escaños los 75 parlamentarios vascos elegidos en las pasadas elecciones autonómicas del 12 de julio.

La XII legislatura vasca arrancó no con normalidad pero sí con tranquilidad, pese al extraño ambiente generado por la mamparas que separaban a los parlamentarios, la profusión de mascarillas y los saludos con codo. No hubo sorpresas en la elección de la Mesa del Parlamento después del pacto alcanzado entre PNV, PSE y Elkarrekin Podemos para repartirse los puestos del órgano de gobierno de la Cámara y que estará constituida por los jeltzales Bakartxo Tejeria e Iñigo Iturrate, como presidenta y secretario primero; Txarli Prieto (PSE) que será vicepresidente primero, Eba Blanco (EH Bildu) que ostentará la vicepresidencia segunda, y Gustavo Angulo (Elkarrekin Podemos-IU), que ejercerá de secretario segundo. PP+C’s y Vox se han quedado fuera del órgano rector. El récord de Tejeria no es el único que se registró ayer ya que el nuevo Parlamento Vasco también ha roto la barrera del género y por primera vez es mayoritariamente femenino, al contar con 38 mujeres y 37 hombres.

Durante su discurso, con el que inauguró el nuevo mandato, Tejeria recordó que, con la toma de posesión de sus escaños, los 75 parlamentarios asumen “una responsabilidad intransferible”. “Asumimos esa responsabilidad y ese honor en unas circunstancias muy concretas, en un momento en el que hay que hacer frente a las graves consecuencias del covid-19”, subrayó. En este sentido, destacó que la pandemia ha supuesto “un antes y un después”, porque ha dejado miles de víctimas, a cuyos familiares y allegados ha trasladado su “cariño”.

Tejeria puso el énfasis en la “grave crisis económica” que ha provocado el coronavirus. “Esa es nuestra prioridad en estos momentos: adoptar las medidas necesarias para reactivar la economía y generar empleo, y atender a los más vulnerables”, aseveró y a renglón seguido enfatizó que se debe garantizar que todos los que viven en este país salgan adelante. “En la medida en que seamos capaces de lograr que todo el mundo pueda superar esta crisis en unas condiciones dignas, saldremos fortalecidos como pueblo, y tenemos que hacerlo entre todos”, remachó.

A su juicio, en esta coyuntura resulta indispensable la colaboración e hizo un llamamiento a esforzarse en la búsqueda de alianzas para hacer frente a las devastadoras consecuencias sanitarias, sociales y económicas por la pandemia. “Esta legislatura va a exigir acuerdos amplios, acuerdos interinstitucionales y acuerdos entre todos los agentes políticos y sociales. Confío en que todos colaboraremos con el objetivo común de que este país salga adelante”, apostilló.

En su breve discurso de aceptación del cargo, Tejeria puso en valor el autogobierno vasco, una herramienta que “ha permitido consolidar un modelo económico y un sistema de bienestar propios”. Tras recordar que, cuatro décadas después de la aprobación del Estatuto de Gernika, este todavía está sin completar, abogó por “actualizar el autogobierno para garantizar los derechos políticos, económicos, sociales, lingüísticos y culturales de la ciudadanía”.

En este punto rescató el debate sobre el nuevo estatus, un tema que los partidos de obediencia estatal quieren enterrar con el pretexto de la pandemia, pero que el nacionalismo vasco pretende mantenerlo vivo y utilizarlo como palanca para blindar la bilateralidad que permita una mejor gestión de la crisis social y económica. “Para que todos esos derechos estén garantizados, resulta imprescindible un nuevo modelo de relación con el Estado, basado en la igualdad, la bilateralidad y el pacto. Necesitamos que se respete lo que las vascas y los vascos decidamos”, remarcó. La presidenta del Parlamento se refirió al hecho de que, durante las dos últimas legislaturas, la Cámara haya estado trabajando en esa actualización, y afirmó que “ha llegado el momento de culminarla”.

La “licencia” de Suso. Uno de los protagonistas inesperados de la sesión fue el presidente del PNV de Araba, José Antonio Suso. Como parlamentario más veterano, Suso, designado por ello presidente de la Mesa de Edad encargada de dirigir la votación para elegir el órgano definitivo de gobierno del Parlamento, decidió saltarse el guion y dar un pequeño discurso no habitual en su efímero cargo. “Permítanme la licencia y el atrevimiento”, dijo, decidido a que sus hijos encuentren “la huella de su aita en el diario de sesiones”.

“Resulta imprescindible un nuevo modelo de relación con el Estado, basado en la igualdad y la bilateralidad y el pacto”

“Esta legislatura va a exigir acuerdos amplios para hacer frente a las graves consecuencias de la covid-19”

Presidenta del Parlamento Vasco