- Celebrar elecciones autonómicas en Euskadi tras su suspensión en abril se antojaba un paso necesario dada la evolución del coronavirus, que anticipa un posible otoño caliente. Cumplido ese trámite, el camino queda expedito para asumir tareas de gobierno en el momento más crucial desde hace 40 años, tal y como ha venido repitiendo como un mantra durante la campaña el claro ganador de los comicios, el PNV. A la reconstrucción en clave económica y social por los efectos del virus en los duros meses del confinamiento y el estado de alarma se suma ahora la necesidad de responder a un rebrote con todos los instrumentos al alcance.

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Para la primera quincena de septiembre se espera que el Gobierno Vasco esté formado y a pleno rendimiento. Mientras se desarrollan las conversaciones entre los partidos, encabezadas por el PNV, los propios resultados del 12-J arrojan algunas de las claves que marcarán la legislatura. La primera, que los jeltzales forman ahora mayoría absoluta con el PSE, y ambos han expresado ya que el curso natural de los acontecimientos es que reediten su gobierno de coalición, dado su satisfactorio balance de esta experiencia.

Además, Vox se estrenará con un escaño y ya ha avanzado que su objetivo será "frenar el nacionalismo, a los herederos de ETA y a la izquierda liberticida". Se comprobará cuál es la relación del resto de grupos con el partido ultra en una cámara más abertzale que nunca. También el desarrollo que se dará al nuevo estatus, que ha tenido un perfil bajo durante la campaña pero que es objeto de una ponencia parlamentaria cuyos trabajos estaba previsto retomar tras los comicios.