- El Gobierno de Pedro Sánchez sigue tratando de salvaguardar la figura de Felipe VI de todas las informaciones que están surgiendo en torno a su padre, el rey emérito Juan Carlos I, y que apuntan a que cobró comisiones ilegales y que tiene una fortuna oculta en paraísos fiscales. Una línea roja entre ambas figuras que ayer trazó de nuevo la vicepresidenta del Ejecutivo, Carmen Calvo, al asegurar que el gabinete Sánchez "distingue muy claramente lo que son asuntos que afectan al exjefe del Estado de la impecable labor que hace el rey Felipe VI". Puso además la pelota en el tejado de Zarzuela al asegurar que Casa Real "tomará sus decisiones" de cara a proteger al actual monarca de la negativa influencia de las acciones pasadas de su progenitor.

Calvo estableció este cortafuegos en el marco del homenaje a las víctimas del coronavirus que presidió Felipe VI en la Plaza de la Armería del Palacio Real, acompañado por la reina Letizia y sus hijas, y al que acudió una amplia representación institucional y de víctimas y familiares de fallecidos. De hecho, la vicepresidenta puso el discurso pronunciado por el rey en este acto como ejemplo de su "impecable labor".

Fue la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, la que el pasado martes empezó a levantar este dique de contención alrededor de Felipe VI al celebrar todas las medidas "pasadas y futuras" adoptadas por Casa Real con el objetivo de aumentar su "transparencia y ejemplaridad", entre otras cosas marcando distancia con el emérito. La interpretación fue que Moncloa daba pie a La Zarzuela para tomar alguna iniciativa de cara a alejar a Juan Carlos I para mantener la honorabilidad de su vástago. Una decisión que podría producirse en un breve plazo, mientras diversas fuentes dan fe de que existe una comunicación fluida entre el Gobierno de coalición y Casa Real a este respecto.

En este sentido, Carmen Calvo dijo ayer que "Casa Real tiene que tomar también sus decisiones y al Gobierno lo que le compete en este asunto es reafirmar el papel constitucional del rey Felipe VI y el trabajo que hace cada día en el lugar que la Constitución nos sitúa, como ha sido el día de hoy". En declaraciones a los periodistas al finalizar el acto, añadió que "nosotros, como ha dicho el presidente, entendemos que haya una parte importante de la ciudadanía preocupada por algunas informaciones, que no afectan al rey Felipe VI, y que en este asunto el Gobierno distingue con total claridad".

Pedro Sánchez reconoció la semana pasada que le parecían "inquietantes y perturbadoras" las informaciones relativas a los presuntos negocios de Juan Carlos, al que investiga la justicia por haber cobrado supuestamente comisiones por interceder en el contrato del AVE a La Meca. Cuestiones que "afectan a un tiempo que no es el tiempo del rey Felipe", subrayó ayer Calvo.

La polémica en torno al emérito también ha aportado munición al debate político y así el presidente del PP, Pablo Casado, defendió la institución monárquica y aprovechó para cargar contra el Gobierno. "Creo que es una institución esencial, es el símbolo de la continuidad histórica de España y por eso desde el PP defendemos a la jefatura del Estado y a su majestad el rey frente a los ataques de algunos ministros del propio Gobierno", aseguró en referencia al vicepresidente segundo y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias.

En el mismo acto en Madrid por las víctimas del covid-19, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, acusó al Gobierno español de utilizar la investigación judicial al rey emérito para "desviar" la atención de otros problemas que asolan al propio Ejecutivo como por ejemplo los "brotes, los contagios, el empleo y la seguridad".