- “A quien madruga...”. Esta debe ser una de las máximas de la jeltzale Leixuri Arrizabalaga. El debate estaba previsto para las ocho de la mañana por lo que los cálculos hacían prever que los participantes llegaran quince minutos antes. Pues no, la alcaldesa de Gatika ya estaba a las ocho de la mañana. Por seguir con el orden cronológico de llegada, tras Leixuri llegó el turno del candidato del PSE Ekain Rico; el tercer lugar de esta clasificación honorífica -que todo sea dicho, no sirve para nada- fue para la popular Laura Garrido; Iker Casanova (EH Bildu) y David Soto (Podemos-IU), por este orden, completaron el ranking. En descargo de Soto y Garrido hay que decir que venían desde más lejos, Irun y Gasteiz, respectivamente. Allí estaban para recibirlos el director general del Grupo Noticias, Juanjo Baños, y el director de Onda Vasca, Ángel López.

Además, también es reseñable que fueron estos dos, David Soto y Laura Garrido, los únicos que se presentaron solos a la cita, mientras que Arrizabalaga, Casanova y Rico acudieron con miembros del equipo de prensa de sus respectivos partidos.

Mientras dentro de la improvisada pecera, Javier Vizcaíno, moderador del debate, estaba atento a los últimos toques, fuera, y como los estudiantes que acaban de enfrentarse a la Selectividad, los candidatos repasaban los apuntes procurando llegar a la cita en la mejores condiciones.

Siguiendo las recomendaciones del Departamento de Salud, los candidatos, el moderador, los responsables de prensa y quienes ejercieron de anfitriones mantuvieron la mascarilla puesta. Las había de todo tipo, pero llamaba la atención la de Ekain Rico, con los anagramas del PSOE y PSE. En este sentido, matrícula de honor para los técnicos de Onda Vasca que, pese a la mascarillas, hicieron que el sonido fuera perfectamente audible.

Acabado el debate, la primera en marcharse fue Laura Garrido. Había venido a Bilbao en autobús y tenía que tomar otro de regreso a Gasteiz. Casanova fue sincero al señalar que “parece que hemos acabado el último examen y te entran ganas de quemar los apuntes”. Arrizabalaga iba a aprovechar la mañana para hacer unas compras antes del último acto del PNV por la tarde en Bilbao.