- ¿Temen que una alta abstención motivada por la pandemia del coronavirus, por celebrarse las elecciones en julio o por un exceso de confianza pueda perjudicarles?

-La abstención puede ser uno de los problemas, y estamos haciendo especial hincapié en evitarla. De todos modos, las medidas de seguridad que se han tomado para el día de la votación dan una seguridad prácticamente absoluta a todas las personas que vayan a los colegios electorales. No debería haber ningún miedo por ese motivo. Algunos sondeos hablan de una abstención parecida a la de 2016, de en torno al 35% o 40%, y si está en esos parámetros entrará dentro de la normalidad.

¿Creen que pueden repetir resultado en Álava, o incluso mejorarlo?

-Sí, sí, creo que vamos a repetir e incluso mejorar, para ese propósito estamos trabajando. En estos cuatro años las cosas han cambiado de forma importante, gobernamos el Ayuntamiento de Vitoria y la Diputación habiendo ganado las dos elecciones, hemos mejorado en todos los últimos comicios en Álava, hemos ganado dos veces las elecciones generales, que para nosotros era algo histórico, y el hecho de que el mejor candidato posible, el lehendakari Urkullu, vaya primero por Álava, tendrá un reflejo en los resultados.

Dice EH Bildu que el lehendakari adelantó las elecciones casi por evitar seguir adelante con la gestación del nuevo estatuto. ¿Habrá una apuesta decidida en la próxima legislatura por renovar el texto autonómico más longevo del Estado, si Urkullu repite?

-Como dice el lehendakari, en este país hay diferentes sensibilidades y el documento que se plasme en un estatuto debe agrupar al mayor número posible de partidos, y con ellos a los ciudadanos y ciudadanas. Se ha perdido una oportunidad, porque el texto que preparó nuestro representante jurista en la ponencia, Mikel Legarda, permitía cumplir con el principio de legalidad y avanzar en el autogobierno. Mientras tanto vamos a trabajar en el cumplimiento del Estatuto de Gernika, quedan todavía algunas transferencias pendientes, en la próxima legislatura hay que avanzar, pero paso a paso. Si lo que pretende EH Bildu es conseguir un texto en su línea, sin respaldo social, va a ser mucho más difícil que se pueda llegar a un acuerdo.

¿Cómo recibieron en Sabin Etxea el pacto entre PSOE, Podemos y EH Bildu para derogar la reforma laboral?

¿Creen que ese acuerdo se cerró mirando a la campaña de las autonómicas?

-Lo que hace Bildu es mirar al PNV. Después de cuarenta años se han dado cuenta de que en Madrid se debe trabajar para conseguir mejoras para los ciudadanos y ciudadanas de Euskadi, y en algunos casos también de todo el Estado español. Bienvenidos a una política que ha sido vilipendiada durante muchos años.

¿Han afectado el clima preelectoral y los desencuentros con el Gobierno español a raíz de la epidemia a su relación con el PSE en el Gobierno Vasco?

-Por lo menos en lo que yo veo y percibo, para nada. Lógicamente, cuando hay un gobierno de coalición, a veces hay fricciones y diferencias, como no puede ser de otra manera. Eso no suele ser un problema para dos partidos que llevan entendiéndose mucho tiempo en todas las instituciones de Euskadi, y que tienen mecanismos cuando sucede eso para buscar las soluciones. Por ejemplo, cuando tenemos un problema en Álava en los gobiernos nos ponemos en contacto la secretaria general del PSE alavés (Cristina González) y yo, que además somos compañeros en el Ayuntamiento de Leza, y normalmente la sangre no llega el río, aunque a veces haya discrepancias.

¿El balance de la coalición es como para repetir, si salen los números, y habida cuenta de que el acuerdo se extiende a otras instituciones?

-Dado que tenemos acuerdos en diferentes gobiernos, locales, territoriales y en el Gobierno Vasco, malo sería que no pudiéramos reeditar el pacto en la próxima legislatura; ambas partes han manifestado su deseo de hacerlo. Vamos a ver los resultados y a partir de ahí habrá que sentarse en una mesa, pero espero que podamos reeditar ese acuerdo.

¿Puede desgastar al partido un final de legislatura que ha traído consigo le sentencia del 'caso De Miguel'?

-No tiene porque ser un problema, porque el partido actuó de forma contundente cuando sucedieron los hechos, y también cuando se produjo la sentencia. Los representantes del partido e institucionales salimos a pedir perdón a la ciudadanía por si se había sentido defraudada por unos comportamientos no éticos de personas que habían estado vinculadas al PNV, y se han tomado medidas para evitar que situaciones de este calibre se puedan repetir. Eso no lo han hecho otros partidos, y creo que la ciudadanía así lo ha entendido.

¿Hasta qué punto ha condicionado la cosecha de la legislatura anterior el gobernar en minoría? ¿Se ha sentido demasiado limitado el lehendakari a la hora de llevar adelante sus proyectos?

-No hemos podido aprobar las 28 leyes previstas, pero sí han salido leyes con diferentes partidos, hemos tenido tres presupuestos aprobados, dos con el PP y uno con Podemos... Los objetivos se han cumplido de forma importante, pero la pandemia ha cambiado todo de forma radical. Cuando estábamos en un 9% de paro el coronavirus lo incrementó de forma muy importante, pero vamos a trabajar para que ese objetivo se cumpla en la próxima legislatura. Habrá momentos complejos, pero nuestro programa ya establece una línea de ayudas o inversiones de 10.000 millones de euros para recuperar el empleo, que junto con la salud es lo que más incertidumbre crea en los ciudadanos.

Sería todo más fácil con una mayoría absoluta...

-Sí, pero las mayorías absolutas hay que saber utilizarlas con cierta mano. El diálogo tiene que seguir siendo fundamental en la próxima legislatura sea cual sea la conformación de la cámara. Si queremos salir pronto de la situación en la que nos encontramos y nos vamos a encontrar en los próximos meses, la capacidad colaboración entre todos los partidos va a ser fundamental.

Decía antes que el PNV tiene margen de crecimiento en Álava. ¿Creen que el relevo de Alfonso Alonso en el PP, la alianza con Ciudadanos y el regreso de Iturgaiz pueden incrementar la bolsa electoral jeltzale?

-Es posible. Alonso e Iturgaiz defienden conceptos distintos. Iturgaiz es mas conservador y está más a la derecha, y cada cual tendrá sus adeptos. El problema es que el PP está desnortado, nunca mejor dicho, en el norte, pero también en el centro. En Madrid hace una política de desgaste permanente al Gobierno, ahora parece que colabora más, pero en plena pandemia ha sido un látigo del Gobierno, y aquí ha hecho lo mismo en el Ayuntamiento de Vitoria y en la Diputación.

¿Cómo valora la gestión del Gobierno Vasco en torno al coronavirus? La oposición les acusa de no hacer ningún tipo de autocrítica.

-Los sondeos dicen que un porcentaje elevado de la ciudadanía cree que la crisis sanitaria se ha resuelto con eficacia, en unos límites aceptables. Lógicamente ha habido problemas, nos hemos enfrentado a algo nuevo, trabajando con prueba y error, y por eso se han cometido fallos. Al ser una pandemia global el suministro de material ha sido crítico en algunos momentos, todos comprábamos en el mismo sitio. Hemos hecho autocrítica, pero poniendo todos los medios para resolver los problemas.

A medio plazo, y aunque haya inversión pública y protección social, ¿tocará apretarse el cinturón?

-La política del partido es clara, no vamos a hacer recortes. Tenemos unas cuentas mucho más saneadas que otras comunidades e incluso que el propio Estado, y si es necesario endeudarse, con cabeza, lo vamos a hacer. Tenemos posibilidades para ello, no necesitamos el aval del Estado, las emisiones del Gobierno Vasco de los últimos meses han recibido solicitudes cinco veces superiores a lo que se demandaba.

"PNV y PSE tenemos pactos en diferentes instituciones; malo sería que no se pudiera reeditar el acuerdo en la próxima legislatura?