- La crisis sanitaria, ¿ha agudizado todavía más las desigualdades en cuanto al reparto de la riqueza?

-Sí, desde luego. Está la pandemia sanitaria y la pandemia económica, donde los más vulnerables son los más afectados. Está completamente ligado a la redistribución de la riqueza y a las condiciones en que está la gente porque no es casualidad que ahora conozcamos los rebrotes, que son por un lado en el personal sanitario, médicos, enfermeras y demás, y por otro lado en los mataderos con las condiciones laborales en que están los trabajadores.

¿Cuáles son sus propuestas para tratar de paliar esta situación?

-La clave de la lucha contra la pandemia es prevenirla y por eso hay que poner la salud y la vida por delante. Es necesario sobre todo invertir en atención primaria porque eso supone cambiar el modelo de sanidad, que ahora mismo es un modelo hospitalario. Es en la atención primaria donde se detectan los casos, también donde se atiende a los crónicos, la gente más vulnerable otra vez de la pandemia. Luego hacen falta más recursos de médicos y enfermeros, pero también que estén en buenas condiciones de trabajo. Por otro lado hay que recuperar todo lo privatizado, revertir los recortes en la sanidad y promover nuestra capacidad independiente de producción de medicamentos, tratamientos y productos sanitarios.

En la crisis económica de 2008 se impuso la política de recortes del PP. ¿Cree que se puede repetir ahora esa estrategia?

-Desde luego, las recetas que ellos tienen pasan por el endeudamiento. Es evidente que ahora hay que financiar una serie de cosas, el problema es quién las paga luego porque lo que tenemos claro es que no puede ser que la paguemos los sectores populares. Ahora les tocaría a los que en su momento no pagaron la crisis, que son poquitos, pero de ahí la redistribución, que paguen más los que más beneficios acumulan.

Además, es una problemática que se mantendrá en el tiempo...

-Sí, no es un endeudamiento que vamos a resolver ahora, es estructural y viene por varias generaciones futuras.

Han abogado por una campaña sobre todo telemática. ¿En qué se traduce esto?

-Dadas las circunstancias, hemos estado por delante a la hora de ser bastante preventivos con no ser ningún foco de expansión de la pandemia. Hemos hecho mítines telemáticos, por skype y por otros métodos de descarga de un enlace.

Una de las características de Recortes Cero es su capacidad de aunar diversas sensibilidades.

-Hemos unido a unas 300 organizaciones y 200 personalidades en torno a un manifiesto de unidad y solidaridad ante la pandemia. Tenemos cinco medidas centrales, una es la defensa que hemos comentado de la sanidad pública, luego está blindar las pensiones en la Constitución, prohibiendo los recortes y la pérdida de poder adquisitivo. Tercero, poner en marcha un plan de reindustrialización de Euskadi que genere riqueza y empleo con el protagonismo de pymes y cooperativas, y que esté financiado por las entidades financieras que se beneficiaron del rescate bancario. Por último, una ley de medio ambiente y promover el municipalismo y la participación ciudadana con asambleas de electores.