- Iñigo Urkullu se desplazó ayer hasta el edificio de Tabakalera en Donostia para lanzar un alegato a favor de la cultura, “un valor fundamental para cohesionar nuestro país; es innovación, es futuro, creatividad y empleo, puente entre el pasado de nuestro patrimonio cultural, y el presente y futuro”, dijo. Defendió que su proyecto pone en el centro a los creadores y apuesta por difundir el patrimonio cultural. Reivindicó también la lengua vasca y apostó por Euskaraldia, y por “aumentar el número de vascoparlantes”. “No dejaremos caer la cultura de Euskadi”, sentenció, para añadir que se debe ayudar a la acultura para “devolverle lo que nos da” y lo que ha ofrecido a los vascos para hacer más livianas las semanas de confinamiento. “Reivindico la cultura como espacio de encuentro y creación, como visión crítica y constructiva, como invitación al respeto y la convivencia. Reivindico la cultura como una inversión en positivo para Euskadi”, recalcó Urkullu.

Por otro lado, en el acto también tomó la palabra la presidenta del Parlamento Vasco y candidata por Gipuzkoa, Bakartxo Tejeria, quien se centró en el autogobierno para avisar de que Euskadi “no necesita tutelas de nadie”, y para pedir “todas las competencias necesarias porque las necesitamos para afrontar el futuro”. El PNV arrancó la campaña, de hecho, bajo el Árbol de Gernika, con la idea de unir el autogobierno de manera indisoluble con la superación de la crisis económica y sanitaria, con la idea de que Euskadi salga adelante con sus propias fuerzas y capacidades. El PNV ha puesto en valor que la crisis sanitaria del coronavirus se ha reconducido hacia parámetros más controlables y asumibles por la fortaleza de sus servicios públicos, Osakidetza y la Ertzaintza, entre otros, de ahí que plantee que el nuevo estatus de autogobierno es imprescindible para ampliar las competencias, blindarlas, y asegurar una respuesta capaz desde Euskadi a los próximos meses, frente a la tutela a la que podría aspirar otra vez el Estado. Este año se calcula que se perderán unos 68.000 empleos y que el PIB caerá un 8,7%.