- Iñaki Urdangarin cumplirá esta semana dos de los cinco años y diez meses de prisión a los que fue condenado por el caso Nóos, un periodo al que llega con sus permisos y sus salidas de voluntariado suspendidas desde hace tres meses debido a la pandemia.

Será el próximo jueves, día 18, cuando habrán transcurrido dos años desde que ingresara en la cárcel de Brieva (Ávila), el centro elegido por él para cumplir la condena que le fue impuesta por el Tribunal Supremo por malversación, prevaricación, fraude a la administración, dos delitos fiscales y tráfico de influencias.

Clasificado como interno en segundo grado, tiene derecho a disfrutar de 36 días al año fuera de la cárcel, con un máximo de siete cada vez, y desde septiembre pasado acudía a desempeñar tareas de voluntariado en el Hogar Don Orione, un centro para discapacitados situado en Pozuelo de Alarcón. Tres días por semana, Urdangarin recorría en coche los 103 kilómetros que separan este municipio madrileño de la cárcel abulense.

Pero tanto esta labor de voluntariado como los permisos a los que tiene derecho se han visto suspendidos por el coronavirus. El Hogar Don Orione restringió las visitas para garantizar la protección de las personas que atiende, y a ello se unió la prohibición derivada del estado de alarma de viajar entre comunidades. El Ministerio del Interior anuló también los permisos de los reclusos para evitar contagios.

Por tanto, el esposo de la infanta Cristina, de 52 años, puede recibir alguna visita, siempre con mamparas de por medio, guantes y mascarillas, pero no disfrutar aún de permisos porque el domicilio que ha comunicado es en Gasteiz y no es posible aún esa movilidad.