Torra se guarda el as electoral pendiente de su inhabilitación

“El president no improvisará, tiene muy claro lo que hará, pero lo explicará cuando corresponda, no ahora”, señalan los consultados, que recuerdan que en enero el Jefe del Govern ya dio por finiquitada la legislatura, dadas las discrepancias estratégicas con ERC, y por lo tanto “no la alargará más de lo necesario”, aunque primero quiere dejar “bien encarrilada” la salida a la pandemia.

Torra tenía ayer la ocasión de pronunciarse por primera vez públicamente sobre la decisión de la Sala Segunda del Supremo, que trascendió el jueves, de fijar para el 17 de septiembre la vista del recurso interpuesto contra la sentencia del TSJC, que lo condenó por desobedecer la orden de la Junta Electoral Central de retirar los lazos amarillos de los edificios públicos antes de las generales del 28-A. La convocatoria consistía en participar en la campaña de donación de sangre en el Palau de la Generalitat y atender a los medios. En sus declaraciones Torra quiso “centrarse” exclusivamente en agradecer el “gesto de generosidad y solidaridad inolvidable” de las 53.000 personas que durante el confinamiento “vencieron todos los miedos” y acudieron a los hospitales para seguir donando sangre.

Desde el Palau reseñan que Torra es reacio a comentar “rumores y filtraciones”, y su entorno precisa que continúa “concentrado” en la crisis derivada del covid-19 y hace caso omiso a las “presiones” para que ponga fecha a las próximas elecciones . Sus socios del Govern, ERC, reclaman desde hace semanas que el president pacte con ellos un horizonte electoral y no permita que sea el Supremo el que, apartándolo del poder, provoque unas elecciones sobrevenidas. Eso sí, la portavoz republicana, Marta Vilalta, expresó su solidaridad ante la “nueva ofensiva judicial” y propuso al conjunto del independentismo una reunión para acordar una estrategia frente a la “represión”. Por su parte, ayer mismo el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, emplazó a Torra a fijar un “horizonte electoral claro” para no dejar que sea “una decisión del Tribunal Supremo la que ponga en marcha la convocatoria electoral”.

Una de las opciones del president es anticiparse al Supremo y convocar comicios antes de que sea inhabilitado, si bien no entra en sus planes a corto plazo, ya que ya ha dicho que solo las fijará si considera que la resolución de la crisis está encarrilada. Otra posibilidad es que firme el decreto de convocatoria una vez que el Supremo confirme su inhabilitación pero antes de que esa confirmación le sea notificada y, por lo tanto, sea efectiva. En caso de no convocar elecciones, su inhabilitación provocaría que el vicepresident Pere Aragonès quedase provisionalmente al mando del Govern, hasta que fuese investido otro presidente -JxCat podría postular a uno de sus diputados- o venciesen los plazos sin haber investido a nadie, lo que conduciría a la convocatoria automática de elecciones. Incluso dentro del soberanismo piensan que Torra retrasa su decisión para beneficiar las posibilidades de los posconvergentes en las urnas.

Sin fecha concreta. En este escenario de incertidumbre electoral en manos de Quim Torra, la delegada del Gobierno en Catalunya, Teresa Cunillera, apuntó ayer que la anunciada reunión de la mesa de diálogo entre el Ejecutivo de Pedro Sánchez y la Generalitat podría ser telemática en el actual contexto de la pandemia por el covid-19. Eso sí, según dijo a TV3, no le consta “que se esté trabajando” aún con una fecha concreta pero sí “el compromiso del Gobierno de que tire adelante”. “Ha pasado lo que ha pasado estos meses”, justificó Cunillera en alusión al coronavirus, aunque “presencialmente” o “telemáticamente, esto tirará adelante”.