- Continúa el goteo diario de ataques contra las sedes de los partidos vascos. Ayer, las pintadas relativas a la huelga de hambre del preso de ETA Patxi Ruiz aparecieron en los batzokis de Lezama, Usansolo y del barrio bilbaíno de Kastrexana, así como en la Casa del Pueblo de Trapagaran.

En un comunicado, la Ejecutiva del PNV de Bizkaia condenó los últimos ataques de lo que a su juicio se ha convertido een una "inadmisible e injustificable campaña de acoso" contra el partido, especialmente en territorio vizcaíno.

"Ante el evidente rebrote de este tipo de conductas, ni la sociedad civil ni los partidos políticos podemos permanecer impasibles y por ello, el Bizkai Buru Batzar vuelve a exigir a los autores de estos ataques contra la libertad y la democracia el cese inmediato de los mismos e insta a todas las formaciones vascas a que se sumen a esta condena", reza el comunicado del PNV.

En términos similares se expresaron los socialistas tras el ataque a su sede en Trapagaran. El líder del PSE en Bizkaia, Mikel Torres, denunció la "campaña de acoso e intimidación de aquellos que creen que con botes de pintura van a conseguir callarnos". Asimismo, considera los ataques "una falta de respeto y un desprecio hacia el resto de la ciudadanía"

En Trapagaran, la izquierda abertzale volvió a evitar condenar las pintadas. Así, el Ayuntamiento aprobó una moción de condena con los votos del PNV, Podemos y PSE; mientras que EH Bildu se desmarcó y mostró su "rechazo" a lo ocurrido.