- EH Bildu va a visitar a los presos de ETA para conocer “de primera mano” el impacto que ha tenido el coronavirus en sus vidas. La coalición recordó que la pandemia se ha cebado con estos presos porque en la mayoría de los casos están en prisiones alejadas de Euskadi y sus “familiares y amigos siguen sin poder visitarlos”. EH Bildu quiere recoger testimonios de los presos y explicarles el trabajo que ha realizado, además de presentarse como mediadora entre los reclusos, su entorno y la sociedad, y plasmar sus reflexiones en iniciativas políticas. Esta visita llega en un momento delicado por las tensiones con el Movimiento Pro Amnistía, el sector crítico de la izquierda abertzale, que ha amparado las reivindicaciones del preso Patxi Ruiz. Este movimiento ha intercambiado acusaciones duras con el colectivo oficial de presos, EPPK, y ha cargado contra la posición de EH Bildu al considerar que defiende con tibieza a Ruiz. La izquierda abertzale, sin llegar a condenar los sabotajes contra las sedes de los partidos, sí ha pedido responsabilidad a los críticos.

Por otro lado, EH Bildu pidió ayer una nueva convocatoria de la Diputación Permanente, el órgano reducido que funciona mientras el Parlamento Vasco está disuelto por la convocatoria electoral. La petición causó sorpresa porque , una vez hecha oficial la nueva fecha de las elecciones vascas, el 12 de julio, se había caído la justificación de la izquierda abertzale para convocar con frecuencia y cierta periodicidad este órgano para asegurar un control al Gobierno de Urkullu en el periodo de anormalidad democrática desde el aplazamiento de la cita del 5 de abril por el coronavirus. EH Bildu pidió ayer en un comunicado que se convoque la próxima semana para, entre otras cuestiones, debatir la planificación del curso escolar 2020-2021, que empieza en septiembre, porque el virus exige tomar “medidas extraordinarias”. Esta convocatoria no tiene visos de prosperar porque es complicado argumentar su urgencia al remitir al curso en septiembre y a cuestiones que ya negocia el Gobierno Vasco. La Diputación Permanente solo se convoca para cuestiones que no admitan aplazamiento. La Mesa, donde PNV y PSE tienen mayoría, podría tumbar la propuesta. Además, el PNV ha recalcado que no quiere convertir la institución en un altavoz político, y el propio Gobierno Vasco había retirado tras la convocatoria del 12 de julio las peticiones de comparecencia de los consejeros.

La convocatoria de la Diputación Permanente llegaría a un mes de las elecciones. Rebeka Ubera defendió en un comunicado una proposición no de ley para “fijar las medidas mínimas” que, a partir de septiembre, deberían cumplirse en los centros educativos de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. Pidió que en cada aula haya un máximo de 15 estudiantes, lo que “hará necesario disponer de más docentes”. Plantea aumentar un 20% la contratación. También esgrime una proposición no de ley para reforzar la Atención Primaria en Osakidetza con un 10% más de plantilla. Una tercera proposición busca que el órgano asuma un compromiso con “el fortalecimiento del sector público y se posicione con claridad en contra de declaraciones, como las de Urkullu, que sugieren rebajas en las condiciones laborales de cualquier trabajador”.