- Ciudadanos se encuentra en una complicada situación política y estratégica, tras perder más de cuarenta diputados en la repetición electoral de noviembre debido a su escoramiento total a la derecha. Ahora, los de Inés Arrimadas tratan de moverse hacia el centro para poder diferenciarse del PP y Vox, y en ese viraje se enmarcan sus últimos respaldos a las prórrogas del estado de alarma del Ejecutivo de Pedro Sánchez. Sin embargo, los naranjas se exponen a perder a su electorado más derechista, por lo que siguen manteniendo un perfil duro contra el Gobierno de coalición, a pesar de echarle un cable en las votaciones en el Congreso.

Ayer se evidenciaron esos malabarismos del partido naranja que, a pesar de volver a votar a favor de la prórroga del estado de alarma en la Cámara Baja, cargó con contundencia contra las políticas de Pedro Sánchez y no dudó en reclamar la salida inmediata del ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, por el revuelo del cese del coronel Diego Pérez de los Cobos.

De esta forma, el portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Edmundo Bal, defendió que es compatible apoyar una nueva prórroga por "prudencia" y por "coherencia" y criticar a la vez al Gobierno del PSOE y de Unidas Podemos por sus pactos con nacionalistas e independentistas.

Tras recordar a Sánchez que para Ciudadanos él es un "adversario" y no un socio, el portavoz parlamentario naranja admitió que "nos tragamos nuestro orgullo porque tenemos que pensar con la cabeza". Así justificó el respaldo a la sexta prórroga, por "coherencia" y por "prudencia", ya que el estado de alarma "ha servido para reducir el contagio del virus".