- El Gobierno de Pedro Sánchez salvó ayer la prórroga del estado de alarma por quince días gracias a que mantuvo el respaldo de Ciudadanos y PNV pero vio cómo se le agrieta el futuro de la legislatura una vez que varios partidos del bloque de la moción de censura, principalmente ERC, no cuentan ya con su aval o lo ponen en entredicho, sobre todo por el pacto con la fuerza naranja. De Esquerra a Compromís, pasando por Más País, Bildu y BNG, reprocharon al Ejecutivo de coalición que busque un cambio de cromos pese a que el presidente español les aseguró que lo que se votaba era "salvar vidas" y no variar de socios. "El Gobierno mantiene vigentes los compromisos de legislatura", prometió el líder socialista, contra quien subieron su beligerancia PP y Vox.

"Asimetría no significa desunión. Saldremos a distintas velocidades, pero saldremos unidos. No hay salida en el desorden", aseveró Sánchez, aventurando que las comunidades "recuperarán su capacidad de decisión". "El estado de alarma ha funcionado. Ha salvado miles y miles de vidas de compatriotas", añadió, dando a entender que habrá otra ampliación y disculpándose por "los errores dictados por la urgencia, la penuria de los recursos, por la excepcionalidad y la ausencia de precedentes".

"¿De qué va esta legislatura?", interpeló Gabriel Rufián a Sánchez. El portavoz de ERC le acusó de "estar acabando con el espíritu de la investidura" porque "han escogido a la derecha" y "decepcionado" a Catalunya. Los republicanos, que quieren una fecha para retomar la mesa de diálogo sobre el conflicto político, cargaron contra Moncloa por negarse a negociar las cinco propuestas que pusieron sobre la mesa y por mirar, por segunda vez, al partido de Inés Arrimadas, de quien dijo que "no es Angela Merkel", sino "María Dolores de Cospedal". También alertaron a Unidas Podemos de que el siguiente paso puede ser que "los leones" se los acaben "comiendo", aunque el dirigente morado, Pablo Echenique, trató de transmitir sosiego: "Tenemos claro que cuando consigamos vencer a la pandemia, habrá que seguir poniendo en marcha medidas sociales y sabemos con quién hay que negociarlas". Rufián afeó que se está jugando a la geometría variable bajo el "falso axioma" de "Sánchez o la nada". "Juegan al chantaje y eso llega un día que se acaba", proclamó.

Cogobernanza, prestación remunerada para quien tenga personas a cargo, flexibilizar el superávit de los ayuntamientos, reformas legislativas para afrontar un posible rebrote y "acotar mínimamente en el tiempo" la mesa de negociación porque "la represión continúa, los problemas no se pueden posponer y es una barbaridad que en una democracia haya presos políticos". Estas fueron las peticiones de ERC pero "la respuesta fue no, porque ya tenemos a Ciudadanos". Ante esto, Sánchez aprovechó para recordar a Rufián con quién gobierna en Catalunya, "¿con un partido progresista?", en referencia a JxCat, también en contra de la posición del Ejecutivo.

Los posconvergentes no entraron tanto en aspectos sociales, pero acusaron al Gabinete español de recentralizar sin disimulo. "Se les han ido cayendo todas las máscaras durante esta pandemia. Ni es el Gobierno más progresista de la historia, ni España es el país más descentralizado", afirmó Laura Borràs. "Les volveremos a decir que no porque usted ha dicho que no a todas nuestras propuestas, que se pueden reducir ahora a un único punto: devolución de las competencias", valoró.

Mientras el PNV volvió a apostar por la prórroga de la alarma dado el contexto actual de la desescalada y confiando en que se cumpla con la cogobernanza de forma real, el portavoz de Más País, Iñigo Errejón, se refugió en un sí crítico indicando que el bloque de la investidura "se desvanece" y hasta su socio electoral, Compromís, se descolgó con un rechazo a la prórroga y un duro discurso de su líder, Joan Baldoví, contra la gestión desde Moncloa. "No intenten meternos en el vagón de esta derecha irresponsable e histriónica, pero este Gobierno ha faltado el respeto a los valencianos. La salud, primero, pero los hospitales no se pagan con el aire", le espetó. EH Bildu siguió en la abstención tras negociar la derogación al completo de la reforma laboral y el BNG hizo lo propio pese a que Sánchez "se equivoca al buscar apoyos en la derecha ultraespañolista".

Desde Ciudadanos, su portavoz adjunto, Edmundo Bal, precisó que simplemente actúan con "responsabilidad". "No se equivoque, no tiene un nuevo socio, sus socios son estos que le dejan ahora en la estacada. Lo que tiene es un partido de Estado que, siempre que haga propuestas moderadas que sean buenas y si abandona la arrogancia y va por la senda del consenso, le dará su apoyo", argumentó. La marca naranja se jactó de "enfadar" a los soberanistas y de los consensos alcanzados: que la prórroga de la alarma no durara un mes, que el Gobierno prepare un marco jurídico alternativo, que julio sea un mes hábil en el Congreso y que se aprueben varias medidas de apoyo a empresas, trabajadores y autónomos.

El estado de alarma continúa en pie en pleno desconfinamiento mientras desde algún sector de la clase política se jalea el enfrentamiento social en la calle, y al Gobierno de Pedro Sánchez se le van cayendo las alianzas que le propulsaron al poder.

"No se equivoque, no tiene nuevo socio, sus socios son los que ahora le dejan en la estacada"

Portavoz adjunto de C's en el Congreso

"Se constata, quizás de forma definitiva, la negativa del Gobierno a negociar nada con ERC"

Portavoz de ERC en el Congreso

"Este Gobierno mantiene vigentes sus compromisos, lo que se vota aquí es salvar vidas"

Presidente del Gobierno