- El lehendakari ha dado por superada la emergencia sanitaria en Euskadi por el coronavirus e inicia, a partir de ahora, una etapa de “vigilancia sanitaria” que tiene como objetivo la contención y minoración mediante la gestión de casos y contactos. El levantamiento de la emergencia sanitaria decretada por el Gobierno Vasco el pasado 13 de marzo era uno de los requisitos que el propio lehendakari y los partidos vascos acordaron como paso necesario para una nueva convocatoria electoral.

La declaración de emergencia sanitaria fue adoptada por el lehendakari elpasado 13 de marzo para tener un instrumento legal en el que basar las medidas de excepción de cara a frenar la crisis sanitaria. Sin embargo, su aplicación quedó a la sombra del estado de alarma impuesto en todo el Estado por el Gobierno español un día después. La emergencia sanitaria permite, a través de la Ley vasca de Gestión de Emergencias, adoptar medidas como el confinamiento de personas, restringir el acceso a zonas de peligro, limitar el uso de servicios públicos y privados o prohibir actividades en determinados lugares o recintos. La declaración del estado de alarma por parte de Pedro Sánchez diluyó la aplicación de la emergencia sanitaria.

Urkullu justificó el fin de esta situación de excepcionalidad por parte de las instituciones vascas argumentando que Euskadi “ha superado la emergencia sanitaria” y hoy pasará a la fase de “vigilancia y control”, ya que “la tendencia de contagios por coronavirus se ha revertido” y ya no hay peligro de colapso” en los hospitales vascos.

En aplicación de la regulación de la dirección del Plan Territorial de Protección Civil de Euskadi, el lehendakari designó un Consejo Asesor del LABI para el asesoramiento de su director, compuesto por el lehendakari, la consejera de Salud, la consejera de Seguridad, el consejero de Autogobierno, los viceconsejeros de Salud, Seguridad y Régimen Jurídico, el director general de Osakidetza, el director de Emergencias, los diputados generales de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, el presidente de Eudel y el delegado del Gobierno español en Euskadi.

Desde entonces, el Consejo Asesor de Protección Civil se ha reunido en nueve ocasiones para tratar diferentes cuestiones relacionadas con la evolución de la pandemia y las decisiones públicas adoptadas para enfrentarse a ella.

El lehendakari devuelve ahora el mando del Plan de Protección Civil de Euskadi a la consejera de Seguridad y disuelve su Comité Asesor, aunque mantiene activo este Plan porque, aunque hayan desaparecido las razones de emergencia sanitaria, cree pertinente seguir contando con la infraestructura de protección civil que puede resultar necesaria para responder a la nueva etapa de vigilancia sanitaria.

Esta misma semana, la consejera de Salud, Nekane Murga, a través de una orden fechada el pasado 14 de mayo, ha trasladado que, después de dos meses de gestión de la pandemia, los indicadores actuales sobre su evolución del coronavirus, sitúan la fase actual “en una fase de contención y minoración”. El objetivo, en la actualidad, según explica, es “evitar, en primer lugar, el retorno a una situación en la que la curva epidemiológica vuelva a tener una tendencia ascendente y, en segundo lugar, el retorno a una situación de normalidad con medidas preventivas menos invasivas de la libertad individual y colectiva”.

Consejo científico

Gobierno Vasco. El lehendakari, Iñigo Urkullu, firmó ayer el decreto por el que disuelve el Consejo Asesor del LABI, pero mantendrá activo un Comité Científico Asesor para esta nueva fase de “vigilancia sanitaria”, según informó el Gobierno Vasco. Este organismo está integrado en el Consejo Vasco de Ciencia, Tecnología e Innovación y opera como un órgano consultivo para el asesoramiento, evaluación y propuestas en cuestiones científico-tecnológicos estratégicos para Euskadi. Está compuesto por una decena de personas profesionales de reconocido prestigio en sus respectivos ámbitos y su renovación se produce normalmente cada cuatro años, aunque pueden repetir en el cargo. Actualmente está integrado por varios ingenieros, médicos, químicos, zoólogos, arquitectos y hasta un filósofo.