- La pérdida de confianza por parte de sus socios preferentes había dejado contra las cuerdas a Pedro Sánchez y a su plan de desescalada de cara a sacar hoy adelante la cuarta prórroga del estado de alarma y no dar casi por concluido el desconfinamiento. El voto en contra de ERC trastocó el escenario del Gobierno de coalición, que quedaba en manos de una abstención del PP, por lo que desde La Moncloa se activó una negociación frenética con el PNV y Ciudadanos (C's) por si dependieran de ellos para salvar la papeleta. Pasadas las nueve de la noche y tras una frenética jornada, el Ejecutivo español logró retener ayer el respaldo del partido de Inés Arrimadas, lo que le allana el camino, y estudiaba a su vez las tres enmiendas planteadas por los jeltzales y que giran básicamente en incluir en el decreto la cogobernanza con las distintas comunidades.

A Sánchez le basta la mayoría simple, más votos a favor que en contra, para su propósito. Además de los republicanos, JxCat y la CUP, la tripleta soberanista catalana, rechazarán extender la excepcionalidad, al igual que Vox. Si el PP pasa al no, habría 164 escaños oponiéndose a la prórroga. Por ello, para atar más síes, si el PNV se abstiene, el Gobierno necesitaba a Ciudadanos ya que solo contaba con los apoyos de los socios de coalición, PSOE y Unidas Podemos (155), y de alguna otra fuerza como Más País (3), Teruel Existe (1) y PRC (1), colocándose en 160. Con PNV y Ciudadanos en el sí la votación ya sería cómoda (176 síes), y si el PP se abstiene la mayoría sería muy amplia, pero si el partido de Pablo Casado arriesga con tratar de tumbar al Ejecutivo, éste tenía que seducir a la marca de Arrimadas y esperar a que los nacionalistas no crucen la raya votando en contra.

"Espero que el Gobierno español tenga en estas horas cintura política, tiene que haber un mando único compartido para la desescalada", avisó ayer el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, confiando en que habrá margen para que cada comunidad aplique sus medidas. La derrota era un duro revés para Sánchez, que además es consciente de que le quedan otras dos peticiones similares para plantarse en la última fase de desescalada y que, con ello, crece el riesgo de perder alguna votación en un ambiente de reproches hacia su gestión de la crisis sanitaria, pese a sus reuniones dominicales con los presidentes de los distintos territorios. Otra cosa es cómo casen las promesas hechas a Ciudadanos con las pretensiones jeltzales.

El PNV presentó tres enmiendas para mejorar el decreto de alarma y que, de aceptarse, "darían mucha tranquilidad". El sentido de voto lo resolverá hoy mismo en función de cómo sean recibidas por Moncloa, aunque se desprende un moderado optimismo en Sabin Etxea, donde entienden que son perfectamente "asumibles". De acuerdo con la posición señalada por el lehendakari, Iñigo Urkullu, los jeltzales proponen que la desescalada se gestione de forma compartida con las comunidades en cada una de las fases, llevando así a la práctica la codecisión y la cogobernanza de la crisis, y que estas sean "aplicadas por quien ostente la presidencia de la comunidad autónoma, como representante ordinario del Estado en el territorio".

De igual modo, en el escrito registrado, el PNV pone el acento en los comicios vascos y reclama al Gobierno de Sánchez la necesaria colaboración de los distintos organismos del Estado para que las comunidades, haciendo uso de su competencia exclusiva en la materia, puedan, con las medidas sanitarias precisas que garanticen la seguridad de la ciudadanía, convocar y celebrar unas elecciones. Es decir, que la vigencia de la alarma no suponga "obstáculo alguno al desenvolvimiento y realizacio?n de las actuaciones electorales precisas para el desarrollo de elecciones", con julio como fecha que barajan los jeltzales como mejor opción para las aplazadas el pasado 5 de abril y a expensas de que el arco parlamentario vasco pueda decidir sobre la fecha definitiva el próximo día 14.

El PNV recoge también la preocupación de aquellos municipios que constituyen enclaves para que durante el proceso de desescalada "reciban el tratamiento propio de la provincia que les circunda, sin que sea obstáculo que ésta pertenezca a comunidad autónoma distinta a la de aquellos". Una clara alusión a Trebiño y su pertenencia social a Araba.

Por su parte, el PP sin alternativa a la figura constitucional restrictiva de derechos, se ha escorado hacia el acoso y derribo en competencia con Vox, refugiándose en la vinculación que hace el Ejecutivo de los expedientes de regulación de empleo temporal (ERTE) con seguir bajo la alarma. Ahora bien, desde Génova podrían hacer seguidismo del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que rechaza prorrogar sine die esta situación pero admite que el Gobierno "puede necesitar tiempo" y mete presión. "No podemos permitir que Sánchez siga cómodo con toda España confinada y sin tener, como él dice, un plan B", argumentó el secretario general, Teodoro García Egea, pero viendo "margen para negociar". El PP propone a Sánchez que sustituya la alarma "por tres leyes fundamentales": Ley de Seguridad Nacional, la Ley de Salud Pública y la Ley de Protección Civil. "Los tres pilares sobre los que asentar la recuperación económica y la desescalada", zanjó.

El posibilismo al que parece girar Ciudadanos permite a Sánchez tomarse un respiro de cara, al menos, al día de hoy, y también lo hace el propio Gobierno de coalición, cercado por su guion en esta crisis sanitaria.

Codecisión en las medidas. El PNV solicita que las distintas medidas que se establezcan en cada una de las fases de transición sean acordadas "conjuntamente con cada comunidad autónoma", llevando así a la práctica la codecisión y la cogobernanza de la crisis, y que estas sean "aplicadas por quien ostente la presidencia de la comunidad autónoma, como representante ordinario del Estado en el territorio".

Enclaves como Trebiño. Recoge también la preocupación de aquellos municipios como Trebiño que constituyen enclaves para que durante el proceso de desescalada "reciban el tratamiento propio de la provincia que les circunda", sin que sea un obstáculo que pertenezcan a una comunidad autónoma distinta".

Celebración de elecciones. Pide la colaboración de los distintos organismos del Estado para, con las medidas sanitarias precisas que garanticen la seguridad de la ciudadanía, convocar y celebrar unas elecciones sin que "la vigencia del estado de alarma suponga obstáculo alguno".

"No podemos permitir un Sánchez cómodo con toda España confinada y sin tener un plan B"

Secretario general del PP

"Espero que el Gobierno español tenga cintura política y que el mando único sea compartido"

Presidente del EBB del PNV