- La advertencia de Pedro Sánchez de que la desescalada se gestionará por "un mismo cuadro de mandos" dependiente del Gobierno central no ha sentado nada bien en Lakua. Visiblemente molesto por las ruedas de prensa que ofrece los sábados el presidente español, un día antes de citarse con los líderes territoriales por vía telemática, Iñigo Urkullu le lanzó un mensaje directo: "Más criterios y menos tutelas" para abordar la fase de desconfinamiento hacia la nueva normalidad, apuntando a trabajar bajo el modelo de "codecisión" de Alemania que "comparte los criterios generales respetando los marcos competenciales en un Estado compuesto". El lehendakari reiteró a Sánchez que defina prioridades de cara a estas cumbres y le reclamó, entre otros aspectos, "un escenario económico y financiero cierto" de disponibilidad de recursos y capacidad de endeudamiento, así como "un horizonte presupuestario claro" que permita "proyectar nuevas medidas económicas".

El jefe del Ejecutivo español no tiene intención de entregar el pilotaje de esta próxima etapa pese a que numerosos dirigentes territoriales le reclaman ceder competencias en el proceso en tanto que manejan planes propios apoyado en el conocimiento que aporta la proximidad y el entorno, pero en su séptima cita dominical Sánchez no se movió un ápice. "La responsabilidad de la desescalada la tiene el Gobierno y no vamos a dimitir de ella", adujo ante el enfado de otros presidentes, caso de Quim Torra, ya que el líder socialista entiende que el proyecto que mañana aprobará el Consejo de Ministros recoge muchas de esas propuestas. Sin embargo, Urkullu negó la mayor y le instó a esculpir mejor los niveles de riesgos, de medidas, y una comunicación "temprana, sencilla y ejecutable", en tanto que Moncloa siempre parte con la decisión "tomada" y la apelación a las comunidades autónomas es simplemente "retórica".

Urkullu recordó que una vez que la desescalada "será gradual y, sobre todo, asimétrica", significa que "cada comunidad, en coordinación con el Ministerio, debe tener capacidad para gestionar internamente sus propios ritmos y decisiones de transición a la nueva normalidad". "Los presidentes de comunidades autónomas y el lehendakari somos los representantes ordinarios del Estado. ¿Qué más autoridad competente es necesaria? Actuar en base a prioridades compartidas es un buen método para fundamentar la colaboración", recalcó el jefe del Ejecutivo vasco, apelando a "un modelo de cogobernanza, coordinación y corresponsabilidad, que establezca unas bases comunes compartidas y su ejecución de proximidad, adaptada a la realidad desde el principio de subsidiariedad, respetando el autogobierno".

"Compartir" es una de las demandas que ha cogido por bandera Urkullu ante la "falta de consensos" en el Gobierno español para combatir la pandemia. Ayer además arrancó su alocución evocando "el repique de campanas y el sonido de una sirena" que rememoraba el 83 aniversario del bombardeo de Gernika. "Cada año recordamos la barbarie del ataque a la población civil y lo que Gernika simboliza para la democracia, las libertades y el autogobierno", subrayó. Y añadió: "Este es un ejemplo de capacidad de superación que hoy quería compartir", porque el recuerdo y homenaje a las víctimas de ayer y de hoy, "sirve como revulsivo para seguir trabajando por todo lo que representa la vida y la convivencia".

Pero Sánchez no baraja apartarse de su guion unilateral. "Todos debemos regirnos por las mismas reglas. Todo el proceso ha de integrarse en un mismo cuadro de mandos hasta que haya vacuna o tratamiento para la covid-19", sentenció al grueso de líderes territoriales. Los barones del PSOE cerraron filas con él, mientras las comunidades del PP y algunas socialistas como Castilla-La Mancha solicitaron la convocatoria del Consejo de Política Fiscal y Financiera. Presidentes de diferente signo, sobre todo de los territorios que más dependen del turismo, coincidieron en pedir que se amplíen los ERTE en este sector por razones de fuerza mayor más allá del 9 de mayo. Los dirigentes del PP exigieron a Sánchez que comparezca ante la Comisión General de Comunidades Autónomas del Senado, reclamación que hizo Pablo Casado, para debatir en ese foro el plan de desescalada.

Canarias, preparada. Cada líder territorial, sobre todo los del PP, pidió medidas concretas para sus respectivas comunidades. Así, desde la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, rechazó la desescalada por provincias y sugirió que el desconfinamiento se inicie también con "criterios demográficos", mientras que desde la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, planteó la apertura del comercio en general, a partir del 11 de mayo, y de bares y restaurantes desde el 25 de ese mismo mes. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, exigió a Sánchez una estrategia "clara" de desconfinamiento para saber a qué atenerse "semana a semana", e insistió en que se decrete el "luto nacional". El presidente canario, Ángel Víctor Torres, por su parte, defiende la asimetría en la desescalada y por eso transmitió que la isla ya está lista para iniciarla, ya que se cumplen con los parámetros de capacidades y de recomendaciones sanitarias.

"Cada comunidad, en coordinación con cada Ministerio, debe gestionar sus ritmos y decisiones"

Lehendakari

"Todo el proceso ha de integrarse en un mismo cuadro de mandos hasta que haya tratamiento"

Presidente del Gobierno español

"Si algo ha quedado claro en el confinamiento es que la centralización no ha funcionado"

President de la Generalitat