- En medio de la emergencia sanitaria por el covid-19 que azota Catalunya y todo el Estado, el Parlament aprobará hoy sus primeros Presupuestos desde 2017, en un clima totalmente eclipsado por la pandemia y en un pleno que, aunque no será totalmente telemático, sí dejará la inusual imagen de un hemiciclo catalánsemivacío.

Respecto a la votación parlamentaria, todo apunta a que el proyecto presupuestario para 2020 saldrá adelante tras el acuerdo inédito que alcanzó el Govern -compuesto por JxCat y ERC- con los comunes. Estas Cuentas deberían haberse aprobado el pasado mes de marzo -lo que resultó imposible por la irrupción del coronavirus- y deberían haber sido el pistoletazo de salida a unas elecciones autonómicas que ahora quedan sin fecha y en un lugar secundario. En esa línea se pronunció ayer el president Quim Torra, que ve “fuera del sentido común” plantear en las circunstancias actuales una campaña electoral. “Ahora mismo no me he planteado el tema de las elecciones, sinceramente. No está dentro de mis prioridades en estos momentos”, reconoció el jefe del Ejecutivo catalán, que también está pendiente de si el Tribunal Supremo ratifica o no su inhabilitación por el caso de los lazos amarillos.

Sobre el pleno de Presupuestos de hoy, Torra lamentó que algunos representantes -él incluido- deban estar presentes en el hemiciclo y que no pueda hacerse por completo de forma telemática. Así, las Cuentas se aprobarán en medio de un difícil trance -Catalunya ha sido una de las zonas más golpeadas por el coronavirus- y supondrán un balón de oxígeno para que la legislatura pueda continuar hasta que la epidemia remita y el president convoque elecciones, que en principio deberían celebrarse en otoño pero podrían demorarse en función de la situación sanitaria.

Los próximos comicios se tornan vitales para el devenir de la política catalana y de la estrategia de las formaciones soberanistas una vez se ha finiquitado el procés y ha comenzado una etapa marcada por acuerdos con el Ejecutivo español que se han plasmado en la mesa de diálogo que comenzó su andadura a principios de año, foto que Quim Torra quiere que se reanude en cuanto acabe la emergencia sanitaria.

Está por ver cómo afecta este nuevo escenario a la distribución de fuerzas políticas en un Parlament en el que hasta ahora los soberanistas han conservado siempre la mayoría. Así, los futuros comicios aclararán si ERC, JxCat y la CUP siguen sumando y, por otro lado, si se materializa de alguna forma el acuerdo a tres por la izquierda -ERC, PSC y los comunes- con el que se hacen cábalas desde hace tiempo.

El movimiento de hoy de la marca catalana de Podemos de facilitar las Cuentas a la Generalitat se interpreta como un intento de avanzar hacia esa vía para un futuro Govern en clave de izquierdas en lugar de en clave independentista. Sin embargo, esta opción se antoja difícil por las profundas diferencias que separan a republicanos y socialistas.

Por el momento, continúa la división máxima entre el bloque soberanista y el unionista, y ayer volvió a reproducirse la polémica habitual en la Cámara tras rechazar la Mesa reconsiderar su decisión de no admitir a trámite las enmiendas a los Presupuestos del grupo parlamentario de Ciudadanos.

Por último, la Generalitat realizó a través de su portavoz Meritxell Budó un último llamamiento a los grupos de la oposición -concretamente a Ciudadanos, PSC y PP- a que no se queden “al margen” de los nuevos Presupuestos, en un momento que es “suficientemente grave” como para tener estrategias “partidistas”. Así, Budó les reclama que abandonen el rechazo al proyecto presupuestario y muestren una imagen de unidad en una circunstancia excepcional.