- Desde que el Gobierno español lanzó la idea de los grandes consensos y de recuperar el espíritu de los Pactos de La Moncloa de 1977, aunque la idea esté sin madurar y parezca poco viable por la oposición sin cuartel del PP, los agentes políticos se han ido posicionando y el lehendakari quiso que constara ayer su mensaje conciliador, aunque con cautelas. El PNV participó en esos pactos con Juan Ajuriaguerra, pero Iñigo Urkullu aclaró tras el Consejo de Gobierno que las circunstancias son ahora "absolutamente diferentes" a la realidad política y social tras la muerte del dictador Franco, y recordó de manera expresa que en 1977 "no existían las comunidades autónomas". Por ello, pidió tener cuidado con los acuerdos que se ponen como ejemplo, y prefirió apostar por "acuerdos de Estado adecuados a la situación actual, trabajar por el bien común, el respeto y el reconocimiento mutuo". "En ese sentido, estoy absolutamente dispuesto", se ofreció.

Las palabras del lehendakari llegan después de que el presidente de la ejecutiva del PNV, Andoni Ortuzar, aclarase también en una entrevista con este periódico que los pactos son buenos si buscan cooperación, y no mantener un mando único que haga y deshaga desde Madrid. La relación con Sánchez ha mejorado porque hay mayor comunicación que en los primeros días del estado de alarma, y el PNV espera que se mantenga.

El Gobierno español optó ayer por no ponerse puntilloso con el nombre. La ministra María Jesús Montero planteó "un gran acuerdo de país o un pacto de Estado, llamémoslo como queramos, que permita una concertación en términos políticos, económicos y sociales" para reconstruir el Estado tras el devastador coronavirus. Solo pudo ofrecer pinceladas genéricas que apelan a la economía, los servicios públicos, los derechos y libertades, el reto del planeta que se dejará a las futuras generaciones, y el uso de la tecnología para garantizar la comunicación. No dijo nada sobre la reforma del modelo territorial, el conflicto catalán, o la crisis de imagen de la monarquía española por los negocios del rey emérito Juan Carlos I. El PP, sin embargo, se aferra a que estos pactos pueden provocar un cambio de régimen, tanto en lo social por la influencia que tiene Podemos en el gobierno, como en lo territorial o la monarquía. El principal escollo radica en que Pablo Casado no quiere poner en bandeja esa medalla política a Sánchez ni que pase a la historia por algo meritorio.

El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, pidió en TVE a Sánchez que aclare de qué habla con estos pactos, porque no queda claro si serán económicos o abarcarán reformas políticas. Recordó que el PP ha puesto pie en pared contra las reformas políticas. "Se estaría refiriendo a un sistema monárquico o no. ¿También hay que afrontar esto? ¿Hay que hablar de una refundación del Estado?", se preguntó. Confirmó que votará a favor de la prórroga del estado de alarma porque se ha corregido el "ordeno y mando", pero avisó de que será muy difícil apoyar el decreto que deja a las comunidades sin fondos de las políticas activas de empleo. Pidió revertirlo porque se ha actuado "como elefante en cacharrería". La líder de la ejecutiva vizcaina, Itxaso Atutxa, resumió la posición en ETB-1: "Trabajo en equipo, sí; recentralización, no".

"Tenemos que saber a qué se refieren exactamente y que no sea un globo sonda"

Portavoz del PNV en el Congreso

"Planteamos un gran acuerdo, llamémoslo como queramos, para que haya concertación"

Ministra de Hacienda y portavoz