- La portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, sí que estará hoy en el Congreso para el debate y votación de la prolongación del estado de alarma, después de que la pasada semana ningún representante de la coalición abertzale asistiera al pleno alegando razones de salud. Aquella postura llevó a la líder del PSE, Idoia Mendia, a tachar de “incoherente” a la formación soberanista por faltar a esta cita y sin embargo tener fijación en reunir a la Diputación Permanente para controlar a un Gobierno Vasco enfrascado en una dinámica de toma de decisiones de gran calado para tratar de frenar la crisis sanitaria generada por el coronavirus.

Por parte del PSOE acudirán la portavoz y el secretario general del Grupo Socialista, Adriana Lastra y Rafael Simancas; los diputados de Madrid que ya fueron a la anterior sesión, así como Pedro Sánchez y la presidenta de la Cámara Baja, Meritxell Batet. En el caso del PP asistirán nueve diputados y los otros 79 ejercerán el voto a distancia, mientras que en Unidas Podemos habrá 28 votos telemáticos de 35 diputados, confirmando su presencia física el portavoz, Pablo Echenique, y sus adjuntos Txema Guijarro (Podemos), Enrique Santiago (IU) y Juantxo López de Uralde. Por parte de Vox habrá siete diputados, incluyendo a su líder, Santiago Abascal, que ya tiene el alta médica tras reponerse del coronavirus. Del resto de grupos estarán Gabriel Rufián (ERC), Aitor Esteban (PNV) y la citada Mertxe Aizpurua (EH Bildu), mientras que del Grupo Plural irán Iñigo Errejón (Más País), Joan Baldoví (Compromís) y Néstor Rego (BNG), volviendo a ausentarse Junts y sin que haya nadie de C’s. Del Grupo Mixto estarán Sergio Sayas (UPN), Mireia Vehí (CUP), Isidro Martínez Oblanca (Foro Asturias) y Tomás Guitarte (Teruel Existe).

Por otro lado, el grupo parlamentario conformado en el Senado por EH Bildu y ERC ha presentado una proposición de ley con la que pretende suprimir del Código Penal el delito de injurias a la Corona, castigado con penas que van desde los seis meses hasta los dos años de prisión. Señalan que estos últimos años la justicia ha perseguido “a artistas, periodistas o revistas satíricas” por usar su libertad de expresión a través de canciones, publicaciones en redes o portadas que aludían a la monarquía.