madrid - Trece acusados en el juicio por los supuestos amaños en la contratación de la trama Gürtel para la organización de la visita del papa Benedicto XVI a Valencia en 2006 han pactado con la Fiscalía y confesarán sus irregularidades a cambio de que se les rebaje la petición de pena de prisión.

Los acusados que han conformado con la Fiscalía son: el líder de la Gürtel en Valencia, Álvaro Pérez, conocido como El Bigotes; el considerado cerebro financiero de trama, Ramón Blanco Balín, el exdirector de RTVV Pedro García Gimeno; los responsables del ente público Ricardo Javier Calatayud, Luis Sabater Balaguer y José Llorca y siete empresarios. La confesión y colaboración con Anticorrupción supondrá una rebaja en la petición de pena de prisión que, en en el caso de El Bigotes pasará de una solicitud de 37 años de cárcel a menos de 2 años y lo mismo para el resto de los que han alcanzado el acuerdo. Con respecto a García Gimeno, para quien se pedían 40 años de prisión, su condena será algo superior y sí le supondría un ingreso en prisión.

La Audiencia Nacional inició ayer el juicio de esta pieza de Gürtel, la trama de corrupción vinculada al PP, en el que se sientan en el banquillo 23 acusados, entre ellos el ex director general de la Policía y expresidente de las Cortes Valencianas Juan Cotino. Igualmente vuelven a comparecer en un nuevo juicio de Gürtel los integrantes de la cúpula de la trama, su líder, Francisco Correa; su número dos, Pablo Crespo, y el responsable de la red en Valencia, Álvaro Pérez, El Bigotes, los tres ya en prisión al estar cumpliendo condenas por otras piezas del caso. Las fiscales estiman que utilizando gestiones realizadas por Juan Cotino, que entonces era consejero de Agricultura, los acusados consiguieron que fueran adjudicados al grupo de Correa contratos para la instalación en las calles de Valencia de pantallas y sonido por 7.493.600 euros y que se hiciera cargo del gasto la RTVV, con unos sobrecostes que les aseguraban repartirse beneficios. Así se repartieron supuestamente 3.387.197 euros de dinero público entre Pedro García Gimeno, Francisco Correa, Pablo Crespo, Álvaro Pérez y el también acusado José Ramón Blanco Balín, que llevaba la contabilidad y la fiscalidad de Orange Market, la empresa de la trama en Valencia. Por su parte, según la Fiscalía, Juan Cotino, recibió de las empresas del grupo Correa como regalo un chaquetón valorado en 375 euros.

Entre los que no han llegado a ningún acuerdo con la Fiscalía se encuentran Francisco Correa y Pablo Crespo, cuyas defensa han avanzado que se acogerán a su derecho a no declarar: y Juan Cotino, para los que las fiscales piden 38, 37 y 11 años de prisión, respectivamente.