Madrid - El que fuera presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, protagonizó ayer una comparecencia pública casi cuatro meses después de abandonar el cargo el pasado 11 de noviembre. Y lo hizo evitando cualquier atisbo de autocrítica por la delicadísima situación en que dejó el partido, tras pasar de 57 a solo diez escaños en las elecciones generales del 10-N. “Todos nos equivocamos cada día”, se limitó a decir ante la insistencia de la prensa.

El motivo de la rueda de prensa fue anunciar su fichaje por el despacho de abogados Martínez-Echevarría, profesión que retoma después de trece años en la arena política, y trató de ceñirse a este argumento. Sin embargo dejó algunas píldoras como que “no será un expresidente que tutela ni un jarrón chino”, y se mostró al margen del proceso de primarias para sucederle al frente de C’s, aunque dio un apoyo no explícito a Inés Arrimadas. “No creo que haya que ser un lince para saber lo que pienso de Arrimadas. Votaré en las primarias, pero mi voto es secreto, aunque sea un secreto a voces y voy a ser respetuoso”, dijo.

Arrimadas barre a Igea. La candidatura de Inés Arrimadas para liderar C’s ha barrido a la del vicepresidente de Castilla y León, Francisco Igea, al lograr más de un 78% de los compromisarios. Así, la portavoz en el Congreso tendrá 277 delegados en la Asamblea de la semana que viene frente a los 21 que ha conseguido la plancha crítica de Igea, un 5,9%.