barcelona - El procesamiento del diputado de ERC en el Parlament Josep Maria Jové por la organización del referéndum del 1-O, tan solo dos días después de su participación en la primera mesa de diálogo entre los gobiernos español y catalán, aportó munición a la oposición para seguir criticando este foro. Así, el presidente del PP, Pablo Casado, se preguntó “hasta dónde va a llegar el escarnio para todos los españoles de ver en la Presidencia del Gobierno a un inhabilitado condenado y a un procesado por malversación, prevaricación y desobediencia por organizar un golpe a la legalidad”.

El anuncio de la presencia de Jové en el encuentro del miércoles causó malestar en Moncloa por no ser miembro del Govern y por las causas pendientes que tiene con la Justicia. El que fuera secretario general de Vicepresidencia y Economía de la Generalitat llamó además la atención por exhibir una libreta Moleskine, el mismo modelo que le intervino la Guardia Civil con anotaciones sobre la organización del 1-O que han alimentado el sumario por su celebración.

El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya procesó ayer a Jové y al también diputado y exsecretario de Hacienda, Lluís Salvadó, por presuntos delitos de desobediencia, prevaricación, malversación y revelación de secretos por su participación en la puesta en marcha del referéndum suspendido. La magistrada ha fijado las declaraciones indagatorias el próximo 11 de marzo y les obliga a personarse cada mes en el juzgado, les retira el pasaporte y les prohíbe salir del Estado. También ha impuesto una fianza de responsabilidad civil de 2,8 millones para Jové y de 1,6 millones para Salvadó.

Al conocer la noticia, Josep Maria Jové respondió a un tuit del TSJC que informaba del procesamiento. En la misma red social, expresó con ironía: “¡Caray, qué eficiencia! Antes por aquí que notificarlo a los afectados. ¡Qué valientes! ¡Hasta la victoria!”. El presidente de ERC encarcelado, Oriol Junqueras, expresó su solidaridad también en Twitter: “Josep Maria, tu compromiso siempre ha sido épico y desbordante. ¡Hasta la victoria!”, y el presidente de la Generalitat, Quim Torra, le trasladó “todo mi apoyo y un abrazo de victoria”.

La noticia pilló al presidente popular, Pablo Casado, durante un acto electoral en Ermua, en el que calificó de “tremendamente grave” el procesamiento de Jové, al que se refirió como “uno de los negociadores de la mesa de autodeterminación que convocó Pedro Sánchez en el palacio de La Moncloa”. Tachó por ello de “inasumible” que el presidente español se siente con dirigentes “inhabilitados condenados” como Torra, o “procesados por malversación, prevaricación y desobediencia”, por lo que advirtió de que no tolerará “que siga abriendo un zoco con los intereses generales de España a favor de quienes quieren romperla”.

Junqueras, candidato Sobre la mesa de diálogo, que se celebrará una vez al mes, el vicepresident del Govern y coordinador nacional de ERC, Pere Aragonès, aseguró ayer que en la misma no se tratará de forma prioritaria la puesta en libertad de los líderes del procés condenados. En TV3 explicó que la delegación catalana afirmó que “el conflicto de fondo es sobre la independencia de Catalunya, no es la represión, sino que ésta es una consecuencia”. Llamó por ello a “solucionar el conflicto de fondo, que ya existía antes de que hubiese presos y exiliados. El objetivo no es solucionar cuestiones personales surgidas de la represión porque hay una causa general”.

En este contexto, Oriol Junqueras afirmó ayer en El Nacional que, con los tres días a la semana que podrá salir de prisión, volverá a impartir la asignatura de historia del pensamiento en la Universidad de Vic. Añadió que, si la Justicia europea le retira la inhabilitación y “adquiero mi condición plena de eurodiputado”, será candidato a la Presidencia de la Generalitat en las próximas elecciones catalanas.