Barcelona - El expresident de la Generalitat de Catalunya Artur Mas dejará hoy de estar inhabilitado para ocupar un cargo público en plena reordenación del espacio de JxCat. Al vencer su inhabilitación queda abierta la posibilidad de un retorno a la vida política, una cuestión que nunca ha rechazado.

El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) condenó a Mas a dos años de inhabilitación por desobediencia al organizar la consulta del 9N de 2014, pese a que había sido suspendida por el Tribunal Constitucional, y luego el Tribunal Supremo rebajó la pena a un año y un mes, impidiéndole entonces presentarse como candidato en unas elecciones, hasta la fecha.

La sentencia complicó así el futuro político de Mas, que desde entonces ha ejercido como expresident de la Generalitat y ha tenido que afrontar también la condena del Tribunal de Cuentas, que le impuso el pago de cinco millones de euros junto con las exconselleras Joana Ortega e Irene Rigau.

En enero de 2018, Mas también anunció su renuncia a la presidencia del PDeCAT, una decisión que acordó meses atrás con la ejecutiva del partido, que entonces lideraba Marta Pascal, muy crítica actualmente con la línea impuesta por Puigdemont. Pese a todo, lo que ha sobrevolado siempre sobre Mas ha sido su posible vuelta a la primera línea política una vez terminara su inhabilitación, aunque cada vez que le han preguntado al respecto ha respondido que, en condiciones normales, su rol no es volver a presentarse a unas elecciones al Parlament.

Su retiro institucional forzoso no le ha apartado de una intensa actividad política. Lejos de desaparecer de la escena, Mas ha mantenido un cierto perfil público con apariciones medidas en determinados actos del independentismo. También ha concedido entrevistas a televisiones, radios y medios impresos en los que, sin representarse más que a sí mismo, ha hecho gala de una fuerte personalidad y una gran vis política. Además ha mantenido su agenda de reuniones con asociaciones de todo tipo, lo que dispara las conjeturas sobre un posible regreso a la actividad política e institucional. Un extremo que cada vez que se le ha preguntado se ha encargado de no enterrarlo y de mantenerlo latente.

Aunque hay sectores del PDeCAT que quieren el regreso de Mas, no es su prioridad y los últimos meses se ha centrado en seguir de cerca las negociaciones sobre la reordenación del espacio de JxCat. Desde junio del año pasado, Mas se ha reunido oficialmente en dos ocasiones con Puigdemont en Bruselas para perfilar una fórmula que aúne el PDeCAT, la Crida y los independientes en un mismo espacio político, y para ello mantiene contactos con todos los actores implicados. La operación está siendo tan complicado como traumático y el desenlace sigue siendo incierto.

PERPIGNAN También está informado y sigue de cerca iniciativas como la de El País de Demà, en la que están implicados exdirigentes del PDeCAT como Pascal y los exdiputados en el Congreso Carles Campuzano y Jordi Xuclà. Está previsto que el martes salga a la venta su libro Cap fred, cor calent. El procés en primera persona, de Columna Edicions, en el que Mas quiere explicar con profundidad los entresijos de su etapa al frente de la Generalitat y el proceso soberanista sin ahorrar “autocrítica” y mostrando sus luces y sombras.

El expresident catalán también anunció que el sábado 29 de febrero asistirá al acto organizado por el Consell per la República Catalana en Perpignan (Francia) para “dar apoyo” a Puigdemont.