barcelona - El president de la Generalitat, Quim Torra, anunció ayer que convocará para la semana que viene una nueva cumbre de fuerzas independentistas, que espera que avalen la reclamación de un "mediador" para la mesa de diálogo sobre Catalunya. En el encuentro con Pedro Sánchez el pasado martes en Barcelona, el presidente español rechazó la figura del intermediario tras señalar que hay 47 millones de mediadores, tantos como ciudadanos españoles.

Sin embargo, los posconvergentes lo ven imprescindible, fruto de su escepticismo con el Ejecutivo español, mientras que los republicanos, pese a que lo ven con buenos ojos, piden que en ningún caso se considere como indispensable. Y es que asumen que la Moncloa no lo aceptará, por lo que piden a JxCat que no lo usen de excusa para levantarse de la mesa. Así lo planteó Torra tras recibir este viernes por la mañana a una delegación de alcaldes de la Catalunya Nord, territorio de ámbito lingüístico catalán en el sur de Francia, que firmaron un manifiesto sobre el 1-O.

Después de reunirse el jueves con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que propuso que la mesa de diálogo se constituya antes de acabar este mes de febrero, Torra explicó que la semana que viene se celebrará una nueva cumbre independentista, como la que tuvo lugar el pasado 15 de enero y que sirvió para fijar la posición que el president debía mantener en su encuentro con Sánchez. A las fuerzas independentistas convocadas, Torra les propondrá los siguientes pasos en este proceso de negociación.

Según Torra, habrá que tener en cuenta muy especialmente la moción aprobada ayer por el Parlament -con el voto a favor de JxCat, ERC y la CUP y la abstención de los comunes-, que planteaba que en la mesa de diálogo entre gobiernos haya un "mediador internacional que vele por el cumplimiento de los acuerdos". Para el president de la Generalitat la figura de un mediador o relator internacional es "de obligado cumplimiento para nosotros en estos momentos".

A su entender, hay que ir "a la raíz del conflicto catalán", por lo que en cualquier reunión que mantenga con el Gobierno español defenderá "el derecho de los catalanes a decidir libremente su futuro", en referencia a la autodeterminación.

Las divergencias entre los socios del Govern volvieron a aflorar en el Parlament esta vez en torno a la comisión bilateral Estado-Generalitat. Torra urgió a su conseller de Acción Exterior y Relaciones Institucionales, Alfred Bosch, (ERC) a convocar ese foro, pese a que el propio conseller afirmó que la prioridad no es esta, sino la mesa de diálogo.

Después de que el jueves Torra y Pedro Sánchez hablaran de la posibilidad de constituir este mismo mes de febrero la mesa de diálogo entre gobiernos para hablar sobre Catalunya, Bosch destacó que "lo prioritario es comenzar con el diálogo a fondo" para buscar una "solución democrática al conflicto entre Catalunya y España". "Ahora mismo lo más importante es iniciar la mesa de diálogo político, esto es lo más importante", destacó.

Sin embargo, minutos después, el gabinete de comunicación del president de la Generalitat envió un comunicado en el que informa de que Torra pedía a Bosch que convocara la comisión bilateral Estado-Generalitat "lo más pronto posible para tratar los incumplimientos, agravios y déficits históricos del Estado hacia Catalunya".

El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, se declaró "muy orgulloso" de la reunión entre Sánchez y Torra. "Parece ser que se abre una senda por la palabra, por el diálogo, por la política y eso siempre es una buena noticia", afirmó en los pasillos del Congreso. - DNA