GASTEIZ - En la pasada Navidad, el lehendakari recibió una petición que no esperaba y que atendió de buen grado por la relación de amistad y sintonía política que le une a Marta Pascal. La excoordinadora general del PDeCAT, uno de los referentes del ala más pragmática de la antigua Convergència, pidió a Iñigo Urkullu que escribiera el prólogo de su obra Perdre la Por, donde Pascal apuesta por el diálogo en tiempos de demagogia y polarización. Lo que se plantea es recuperar el espíritu de la moción de censura que aupó a Pedro Sánchez como presidente español, de manera que se genere un escenario de estabilidad y se establezcan las condiciones idóneas para el diálogo. El lehendakari introduce la obra con un prólogo donde aboga por el diálogo y por una solución gradual, progresiva, para Catalunya, evitando los callejones sin salida. Urkullu defiende el "diálogo y el multilateralismo", y un proceso de negociación que será "largo y complejo". Pide dejar al margen los "callejones sin salida, las líneas rojas, las amenazas, las pruebas", y "la dinámica de la confrontación".

El lehendakari plantea aprovechar el ciclo que se ha abierto en el Estado, al igual que Pascal. No es habitual que el lehendakari escriba prólogos en obras de otros representantes políticos. Según fuentes de su entorno, lo más parecido se puede encontrar en un artículo que escribió Urkullu sobre la extorsión a Petronor para otra obra.

La petición de Pascal le llegó en las Navidades, en torno a la investidura de Pedro Sánchez como presidente español. Ante esa investidura, JxCat, el espacio político donde se encuadra el partido de Pascal y que ahora sigue en mayor medida las tesis del entorno del expresident Puigdemont con posiciones más rupturistas, apostó por una negativa sin paños calientes. Esa posición estaba lejos del voto de confianza que había dado el PDeCAT a Pedro Sánchez unos meses antes durante la moción de censura contra el expresidente Rajoy. Pascal quiere recuperar el espíritu de esa moción de censura, donde la dirección del PDeCAT que ella lideraba apostó por dar una oportunidad al diálogo y generar las condiciones para buscar una solución en Catalunya. Pascal fue la principal artífice de ese voto de confianza y se interpretó que había ganado el pulso a Puigdemont.

Aunque Pascal se vio forzada a dimitir y ocupa ahora mismo puestos de menor influencia política, es uno de los referentes de la línea más posibilista del partido junto al expresident Artur Mas. La relación de la senadora con el PNV y con Urkullu es muy estrecha y de confianza absoluta. La exlíder del PDeCAT participó en las conversaciones para evitar un escenario de ruptura tras el referéndum de independencia, y estuvo en contacto en todo momento con el lehendakari, que trató de evitar que el expresidente Rajoy suspendiera el autogobierno, y pidió a Puigdemont que no declarase la independencia y que convocara elecciones. Tras ese episodio, la relación del lehendakari con Puigdemont quedó muy tocada. La frialdad se mantiene con el entorno del expresident que controla JxCat. La interlocución del PNV sí es muy estrecha con Pascal, Mas, o el actual responsable del PDeCAT, David Bonvehí.

pacto Pascal fue una de las primeras voces del soberanismo catalán que planteó una reflexión sobre los errores que pudo haber cometido el independentismo en aquella época. En su momento, lamentó que su propio partido y ERC vendieran "la ruptura como algo muy fácil". En su obra, de la editorial Catarata y de 128 páginas de extensión, pide una solución gradual y un referéndum solo si hay un pacto previo con el Estado, como en Escocia o Quebec, aunque reconoce que ese escenario está muy lejos de producirse ahora.

Pragmatismo. Pascal fue la artífice del aval del PDeCAT a la moción de censura contra Rajoy. Su línea pragmática se había notado en las negociaciones para evitar que el expresidente Rajoy suspendiera el autogobierno. Los movimientos de Pascal chocaban con la línea más rupturista de Puigdemont, que le retiró la confianza. De ahí que dimitiera como líder del PDeCAT en julio de 2018.