- Apenas unas horas después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunciara en Washington que “en el corto plazo” moverá tropas estadounidenses al este de Europa -en concreto a Rumanía- debido a la crisis en Ucrania, aunque aseguró que no serán “demasiadas”, el Gobierno de Macron anunció que está ya preparada para enviar a cientos de militares a Rumanía

Francia sería la encargada de encuadrar una fuerza internacional para la defensa de ese país miembro de la OTAN y fronterizo con Ucrania, si la Alianza Atlántica lo decidiera.

Este movimiento se produce después de que Joe Biden se pronunciara días después de que el Pentágono anunciara que había puesto en “alerta elevada” a 8.500 militares, que actualmente se encuentran en territorio estadounidense, para un posible despliegue en países aliados del este europeo. “Moveré tropas estadounidenses al este de Europa y los países de la OTAN en el corto plazo. No serán demasiadas”, dijo Biden en declaraciones a la prensa al aterrizar en las afueras de Washington después de visitar Pittsburgh (Pensilvania).

Biden no dio más detalles al respecto, y sus comentarios llegaron horas después de que el jefe del Estado Mayor Conjunto de EEUU, general Mark Milley, rogara “encarecidamente a Rusia retirarse y a buscar una resolución a través de la diplomacia”.

El mensaje en París fue similar. Así la ministra francesa de Defensa, Florence Parly, hizo hincapié en que ese despliegue, si se produce, “no está destinado a contribuir a ninguna escalada militar”. La razón es que “el diálogo continúa y estamos convencidos de que tenemos que resolver este conflicto con el diálogo y con soluciones diplomáticas”, señaló Parly. Recordó las iniciativas de París en esa línea, como la conversación telefónica que mantuvo el pasado viernes el presidente, Emmanuel Macron, con el jefe del Kremlin, Vladímir Putin. Sin embargo, al mismo tiempo, la ministra francesa dijo que “somos realistas, somos lúcidos y nos preparamos”, a la vista de los movimientos de varias decenas de miles de soldados rusos en las últimas semanas en torno a la frontera con Ucrania, con unas maniobras estos últimos días en Bielorrusia.

Por eso, reiteró que “Francia está lista, si la OTAN lo decidiera, a desplegar elementos militares en Rumanía”, en concreto, “varios cientos de hombres”.

Parly, que recordó que Francia ya tiene fuerzas militares en Estonia que participan en el refuerzo de la defensa de ese país báltico ante las potenciales amenazas de Rusia, precisó que en Rumanía su propuesta es ejercer de “nación marco” de la fuerza internacional de la OTAN que podría enviarse allí.

“Se trata -según la titular de Defensa- de mostrar que estamos dispuestos a defender a los países (de la Alianza Atlántica) que están más cerca de esta zona de tensión” cuyo centro es Ucrania. Hizo notar que Rumanía no solo es un país fronterizo de Ucrania, sino que tiene fachada marítima en el Mar Negro, como la misma Ucrania y Rusia.

En su conversación telefónica, Macron y Putin reiteraron sus “importantes” desacuerdos sobre la tensión en Ucrania, pero se comprometieron a continuar el diálogo. El presidente ruso le aseguró al francés que no quería la confrontación, aunque repitió las exigencias que ha planteado a la OTAN y que considera necesarias para su seguridad. Unas exigencias entre las que está que Ucrania nunca pueda entrar en la OTAN y que se retiren las fuerzas y los equipamientos militares ofensivos en los países próximos a sus fronteras que pertenecieron al antiguo bloque soviético, como Rumanía, que Moscú querría ver también fuera de la Alianza Atlántica.

El Gobierno de Rumanía ha aplaudido estas iniciativas, reafirmando su interés en recibir más tropas que refuercen la capacidad de disuasión aliada en el Mar Negro, donde tiene una importante parte de costa.

“Esperamos que la OTAN reconozca la necesidad de desplegar en Rumanía más tropas permanentes que participen en labores de disuasión”, señala Claudiu Degeratu, un exalto cargo del Ministerio de Defensa en Bucarest.

En la actualidad hay en la costa rumana del Mar Negro un pequeño contingente de tropas estadounidenses, dedicadas principalmente a instruir al ejército anfitrión. Tropas multinacionales de la OTAN realizan ejercicios conjuntos periódicos en esta zona.

La crisis de Ucrania podría acercar a Rumanía al nivel de presencia militar aliada que ya tienen países miembros del flanco norte como Polonia y los Estados bálticos.

Desde la invasión rusa de Crimea Rumanía ha hecho de la disuasión de Rusia la gran prioridad de su política exterior. Además de dedicar el 2% de su Producto Interior Bruto (PIB) a gasto militar, como pide la OTAN, Bucarest ha declarado a Rusia una amenaza para su seguridad nacional.

Rusia insiste en tildar de “agresiva” la actitud de la OTAN, pese a que los cerca de 30.000 soldados que Moscú tiene desplegados en Crimea -a menos de 400 kilómetros de la costa rumana- supera con creces a los efectivos de la Alianza en todo su flanco oriental.

Tras la anexión rusa de Crimea en 2014, la OTAN ha brindado apoyo a Ucrania en materia de seguridad cibernética y debido a su posición geográfica y a sus recursos humanos en este campo, Rumanía ha tenido un papel de liderazgo.

Tres escenarios

El más positivo, que se ve improbable por los expertos, es que un acuerdo diplomático evite la guerra. El más probable es que la intervención rusa se produzca a través de combatientes irregulares y se limite al este de Ucrania controlado por separatistas prorrusos. El peor escenario sería una intervención rusa en la zona de Odesa y el sur de Ucrania, cerca de la frontera con Rumanía.

Consecuencias

De materializarse el tercer escenario, que los expertos consideran poco factible, las instalaciones de la OTAN en Rumanía quedarían a muy pocos kilómetros por tierra de territorios ocupados por Rusia. Una guerra en el sur de Ucrania provocaría probablemente una avalancha de refugiados hacia Rumanía, y Gosu no ve al país, uno de los más pobres de la Unión Europea, preparado para hacerse cargo de “decenas de miles” de desplazados.

Gasoducto

La crisis de Ucrania ha creado un debate en torno a las intensas relaciones entre Berlín y Moscú en el ámbito energético y al futuro del gasoducto Nordstream II, que muy probablemente no empezará a funcionar en caso de una invasión rusa de ese país.

“El despliegue de las tropas no está destinado a contribuir a ninguna escalada militar”

Ministra francesa de Defensa