Un tribunal revolucionario iraní condenó este martes al ciudadano francés Benjamin Brière a ocho años de cárcel por "colaboración con el enemigo", un tipo de cargo por espionaje, informó a Efe uno de sus abogados, Saeid Dehghan.

El abogado confirmó que Brière hace frente a una pena de ocho años de prisión después de que en mayo de 2020 fuese detenido por tomar fotografías "de áreas prohibidas" con un dron. Dehghan explicó que se han producido decisiones "ilegales" durante el proceso. A última hora el caso se transfirió de tribunal "probablemente porque el juez estaba aceptando nuestros argumentos", según el letrado.

Además, Brière fue acusado originalmente por un cargo de espionaje que conlleva un máximo de tres años de prisión, pero una vez finalizado el juicio la acusación había pasado a ser de "colaboración con el enemigo", que establece una pena máxima de 10 años. Dehghan explicó que "colaboración con el enemigo" es una forma de espionaje en el código penal iraní, pero que conlleva una sanción mayor.

"Apelaremos la condena en los próximos 20 días", afirmó. Para su abogado francés, Philippe Valent, esta sentencia "es el resultado de un juicio puramente político y el fruto de una mecánica manifiestamente útil al régimen iraní, desprovista de todo fundamento". Brière, de 36 años, fue detenido por volar una helicam en una zona desértica cerca de la frontera entre Turkmenistán e Irán.

Su detención salió a la luz en febrero de 2021, nueve meses después de que tuviera lugar, cuando fue confirmada por el Gobierno francés y Dehghan denunció que se enfrentaba a "acusaciones contradictorias y falsas". Este lunes, el Ministerio francés de Exteriores aseguró que seguía con "la mayor atención y preocupación" su situación.

Esa declaración ministerial apuntaba a que fue arrestado mientras "efectuaba una parada turística en Irán" y recordaba que la embajada en ese país ha estado en contacto en este tiempo tanto con él como con su familia y su abogado. Brière inició una huelga de hambre en Navidades en protesta por sus condiciones de detención y según su abogado francés está cada vez más débil.

Su familia, según el letrado, está preocupada por su estado de salud mental y físico y pide a las autoridades francesas que tomen medidas "inmediatas" que permitan su repatriación. Brière no es el único francés detenido en Irán. La antropóloga franco-iraní Fariba Adelkhah fue encarcelada de nuevo en el país persa la semana pasada por violar su arresto domiciliario "docenas de veces".

Adelkhah fue condenada en 2020 a cinco años de cárcel por "colusión para atentar contra la seguridad nacional" y desde octubre de 2021 se hallaba bajo arresto domiciliario en Teherán y controlada con un brazalete electrónico. El Ministerio de Exteriores de Francia criticó fuertemente el arresto, a lo que Teherán respondió acusando a París de "interferir" en los procesos judiciales de Irán.

Otro investigador francés que fue arrestado con Adelkhah fue liberado en marzo de 2020 en un canje de prisioneros. Irán mantiene encarcelados a decenas de extranjeros o iraníes con doble nacionalidad a los que acusa principalmente de espionaje y usa como palanca de presión contra sus países de origen.