- La alianza militar liderada por Rusia, la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), comenzó ayer la retirada de los 2.030 soldados desplegados en Kazajistán por las violentas protestas que sacudieron a la república centroasiática la semana pasada. “En línea con la voluntad expresada por Kazajistán, el contingente de pacificación será retirado a sus destacamentos permanentes acorde con el calendario establecido”, señaló el secretario general de la OTSC, Stanislav Zas, durante una ceremonia en el Instituto Militar del Ejército de Tierra de Almaty.

De pie y en una sola fila junto a sus compañeros kazajos, soldados de Rusia, Armenia, Bielorrusia, Kirguistán y Tayikistán fueron despedidos por Zas, el viceministro kazajo de Defensa, general mayor Mukhamedzhan Talasov, y el alcalde de Almaty, Bakytzhan Saguintayev.

Al acto en la mayor ciudad kazaja, epicentro de los disturbios que se desataron en Kazajistán pocos días después del estallido de protestas por el alza del precio del gas licuado, acudió además el comandante del contingente, el general coronel ruso Andréi Serdiukov, quien agradeció a todos su labor en esta misión, que comenzó el pasado día 6 en Kazajistán, un día después de que el presidente kazajo, Kasim-Yomart Tokáyev, solicitara a la OTSC asistencia para sofocar la “amenaza terrorista”, como calificó las protestas violentas.

La mayoría de los soldados, cuyo grueso ha proporcionado Rusia, partirán hoy, al igual que los 150 efectivos de Kirguistán y los 200 de Tayikistán. Asimismo, Armenia y Bielorrusia mandaron 100 soldados.