- El presidente electo de Chile, el diputado izquierdista Gabriel Boric, afirmó ayer que no espera que la convención que redacta la nueva Constitución se ponga al servicio del Gobierno, tras la primera cita oficial con la mesa directiva del órgano, a la que prometió “respaldo institucional”. “No espero en ningún caso una convención partisana, al servicio de nuestro Gobierno, porque no corresponde. La convención va más allá de la coyuntura”, aseveró el mandatario entrante, que a sus 35 años se convirtió el domingo en el candidato presidencial más joven y más votado de la historia chilena.

Boric, diputado y exlíder estudiantil de izquierda, agregó que respeta “plenamente” la autonomía de la asamblea y prometió una plena “colaboración institucional con este proceso histórico”. “La democracia la construimos entre todos. Espero que tengamos la voluntad de colaborar con la llegada a puerto de este proceso, que me pone muy feliz y me da una tremenda esperanza”, agregó.

El futuro presidente fue uno de los principales impulsores del proceso constituyente, que nació como la vía política para amainar las fuertes protestas por al igualdad de 2019 y que busca dejar atrás la actual Constitución, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

Convocar el referéndum de salida de la crisis sociopolítica, firmar el texto o implementar las normas de la nueva Ley Fundamental serán algunos de los grandes desafíos de su mandato, que comenzará en marzo de 2022 para un periodo de cuatro años. Tras la reunión también intervino la presidenta del órgano, la académica indígena Elisa Loncón: “Nuestra convención le abre las puertas en dirección a estas colaboraciones institucionales manteniendo la autonomía”, dijo. Jaime Bassa, principal vicepresidente de la asamblea, afirmó por su parte que la colaboración con el actual Gobierno ha sido “dificultosa” y que espera mejorar las relaciones con el poder constituido para lograr una “colaboración y un trabajo solidario”.