El ministro de Relaciones Exteriores de Afganistán, Amir Khan Muttaqi, instó este domingo a los países islámicos a realizar inversiones que permitan el desarrollo del país a corto plazo, en medio de la severa crisis económica y humanitaria que vive tras la toma de poder de los talibanes.

"Actualmente existe una gran oportunidad para la inversión extranjera. Hacemos un llamado a los inversionistas internacionales y específicamente a los países islámicos para que comiencen a invertir en Afganistán", dijo Muttaqi durante su intervención en la cumbre de la Organización para la Cooperación Islámica (OCI), que se celebró hoy en Islamabad.

El ministro recalcó que las condiciones de seguridad que actualmente presenta el país, debería permitir la agilización de "proyectos regionales" y la finalización de "proyectos a medio hacer financiados por otros países". "Nosotros, por nuestra parte, les aseguramos que les proporcionaremos todas las facilidades necesarias. Como resultado de la seguridad imperante, Afganistán ahora puede transformarse en un centro de conectividad económica regional", afirmó.

El talibán remarcó además que el aislamiento político de Afganistán "no beneficia a nadie", por lo que es necesario que todos apoyen al país tanto política como económicamente. Muttaqi aseguró que la sociedad afgana "está devastada por las guerras, la sequía, la pandemia de la Covid-19 y la pobreza", y la falta de fondos internacionales, paralizados tras la caída de Kabul el pasado 15 de agosto, "han llevado a la salud, la educación y a los servicios sociales al borde del abismo".

"Todos estos elementos necesitan resoluciones urgentes y mantenemos la esperanza de abordarlos conjuntamente con la ayuda de los países islámicos y las organizaciones humanitarias internacionales", aseveró. Muttaqi mostró así su interés en "escuchar y aceptar todas las solicitudes, preocupaciones y consejos de los países islámicos en relación con Afganistán que puedan conducirnos hacia una hoja de ruta adecuada y justa y sacarnos de la crisis actual".

DERECHOS HUMANOS

Durante su intervención, el ministro consideró injustas las sanciones impuestas por la comunidad internacional, así como la imagen "distorsionada" que se muestra al mundo de Afganistán. En este sentido, subrayó que, tras la caída de Kabul el pasado 15 de agosto, "nadie corre peligro de muerte debido a factores políticos o de otro tipo".

"Después de cuarenta años de inestabilidad y guerra, todos los afganos tienen actualmente la oportunidad de residir en su tierra natal sin miedo ni amenazas", dijo. El ministro también defendió que este Gobierno "representativo y responsable del pueblo afgano", tiene como deber velar por "los derechos humanos, los derechos de las mujeres y la participación de todos los afganos".

"Hemos hecho mucho al respecto y seguiremos dando más pasos", aseguró Muttaqi, y añadió que personas "de todas las etnias, regiones y religiones se ven reflejadas en el gobierno actual".