Al menos diez empleados del campo petrolífero de Al Jarata, en el noreste de Siria, fallecieron este jueves por un ataque contra el autobús a bordo del cual regresaban a sus casas después del trabajo, informó la agencia de noticias oficial siria, SANA.

El ataque tuvo lugar en la provincia de Deir al Zur, pero la agencia no ofreció más detalles sobre el tipo de armas empleadas ni quién lo perpetró, aunque no es la primera que yacimientos petrolíferos y sus trabajadores son objetivo de grupos armados de distinta afiliación.

Por su parte, una fuente militar que pidió el anonimato dijo a Efe que el "ataque armado" fue lanzado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) contra los trabajadores de las instalaciones y las tropas sirias desplegadas en la zona.

La fuente detalló que los fallecidos en campo de Al Jarada, controlado por el Gobierno sirio después de que se lo arrebataran a los yihadistas en 2017, son seis empleados de la compañía estatal siria de petróleo y otros cuatro de la privada Arfada.

La provincia de Deir al Zur es rica en petróleo y gas, y hasta hace algunos años estaba controlada por el EI, que perdió todos sus dominios territoriales en Siria en 2019 aunque sus combatientes aún tienen presencia en algunas zonas remotas de la geografía del país árabe.

El grupo radical explotó los recursos petroleros de la región para financiarse, hasta que las fuerzas leales al presidente sirio, Bachar al Asad, lograron recuperar el control de la mayor parte de ellos en los pasados años, aunque algunos todavía permanecen en manos de los kurdos.

En algunas de esas instalaciones en zona kurda, como el campo de Al Omar, hay también presencia de tropas estadounidenses, que en ocasiones son blanco de ataques por parte de milicias chiíes proiraníes.