El Gobierno de Polonia y la oposición bielorrusa han denunciado el avance de cientos de migrantes en territorio de Bielorrusia y han acusado al Gobierno de Alexander Lukashenko de orquestar este movimiento masivo, que no tendría precedentes desde que se inició la crisis migratoria en la región.

Cuentas afines a la oposición en Bielorrusia, entre ellas la del medio Nexta, han publicado este lunes en redes sociales las imágenes de un gran grupo de migrantes avanzando por una carretera y supuestamente bajo la vigilancia de las fuerzas de seguridad. "El régimen bielorruso aumenta la crisis fronteriza", ha denunciado la excandidata presidencial Svetlana Tijanovskaya, quien ha acusado a Lukashenko de "empujar" a estas personas hasta la linde con Polonia y le ha hecho "plenamente responsable" de lo que ha catalogado como una "guerra híbrida".

Tijanovskaya, que abandonó Bielorrusia tras las controvertidas elecciones de 2020, ha reclamado una "contundente respuesta" a estos desafíos, con una alusión expresa al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para instarle a discutir de una crisis que comenzó a finales de mayo, cuando Lukashenko avisó de que no impediría el paso de migrantes hacia países de la UE como represalia por las sanciones.

El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, ha recalcado en Facebook que la frontera es "sagrada", por lo que ha prometido vigilancia en una zona que ya permanece prácticamente blindada. De hecho, el titular de Defensa, Mariusz Blaszczak, ha recordado que hay unos 12.000 militares desplegados en la zona. Tanto él como el ministro del Interior, Mariusz Kaminski, han fijado como prioridad la defensa estricta de la frontera y han avanzado una respuesta de seguridad ante los movimientos en el país vecino. El Gobierno ha difundido imágenes de una interceptación en la zona de Kuznica.

Un portavoz del Gobierno polaco, Stanislaw Zaryn, ha asegurado que "el mayor intento de entrada en Polonia hasta la fecha acaba de comenzar". Estos migrantes, "en su mayoría hombres jóvenes", avanzan con la connivencia de las fuerzas bielorrusas, que estarían guiando al grupo, según Zaryn, que ve en este incidente "otro ejemplo de la actividad hostil del régimen (de Lukashenko) contra Polonia".

Las autoridades polacas estiman en más de 30.000 los intentos de paso ilegal en la frontera desde principios de año, según la agencia de noticias PAP. El Gobierno polaco ha reforzado la vigilancia en la zona, para lo cual decretó a principios de septiembre el estado de emergencia en las regiones adyacentes con Bielorrusia.

NO SON NINGUNA "AMENAZA"

El Comité de Fronteras de Bielorrusia ha defendido que quienes quieren llegar a la UE "no suponen una amenaza para la seguridad" ni se comportan de forma "agresiva". Son, según un portavoz de este organismo, Anton Bichkovski, "refugiados" que quieren presentar una solicitud de asilo y que se agrupan solo para evitar una "expulsión forzosa" desde Polonia.

En este sentido, ha acusado a las autoridades polacas de no respetar los Derechos Humanos y ha apuntado incluso al riesgo de "provocaciones" por parte de las fuerzas del país vecino, que intentarían "justificar" su carga contra los migrantes, informa la agencia de noticias bielorrusa BelTA.

Bichkovski ha defendido, en cambio, que los agentes fronterizos de la parte bielorrusa actúan conforme a la ley, vigilando la seguridad de las áreas donde se agrupan los migrantes y realizando comprobaciones rutinarias. El Comité también ha justificado también la necesidad de impedir que el flujo migratorio pueda afectar a las vías de transporte.