- La consejera vasca de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, presentó ayer en la COP26 que se celebra en Glasgow la apuesta de Euskadi por la generación de las energías limpias a futuro y anunció las citas internacionales en torno a las energías renovables previstas para 2022.

Asimismo, Tapia invitó a la primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, con la que mantuvo un encuentro, a que asista el próximo año a la Feria Wind Europa que se desarrollará en el BEC, así como al ICOE, el mayor congreso internacional de energías marinas que tendrá lugar en el Kursaal.

Ayer se celebró en la COP26 la Asamblea Under 2 Coalition que impulsa el compromiso y liderazgo mundial por el clima. Una red con más 200 agentes que representan el 50% de la economía mundial.

Euskadi forma parte del comité ejecutivo de esta alianza, motivo por el que la consejera Tapia intervino dando cuenta de las principales acciones y resultados obtenidos en los últimos años, y explicó la apuesta por la generación de las energías limpias a futuro.

También presentó la iniciativa del Súper cluster industrial Net Zero que se oficializó el pasado jueves en un evento oficial de las Naciones Unidad y el Foro Económico Mundial (WEF).

Dado que el 80% de las acciones para responder a las amenazas del cambio climático se ejecutan desde las regiones y las entidades locales, la Alianza Under 2 compartió la necesidad de que las políticas de los diferentes Estados cuenten con “mayor sensibilidad” hacia los entes locales. Se ve así necesario que se facilite una política de financiación que contribuya a fortalecer el papel de las regiones como motores de la mitigación y la adaptación ante el cambio climático.

La asamblea estuvo presidida por la primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon. Además, entre la celebración del Comité ejecutivo y el inicio de la Asamblea, Tapia mantuvo una reunión con el secretario de gabinete (ministro escocés) de Net Zero, Energía y Transportes de Escocia, Michael Matheson. La consejera le trasló la invitación para que el Gobierno de Escocia -un país que es una potencia en renovables- asista a las dos citas internacionales de energía que van a tener lugar en Euskadi en 2022: la Feria Wind Europa, abril en el BEC, y el ICOE, el mayor congreso internacional de energías marinas que tendrá lugar en octubre Kursaal.

Por otra parte, y tras una semana de prometedores anuncios contra el carbón, el metano o la deforestación, la COP26 llega a su ecuador y afronta en su recta final el reto de consensuar un plan que acelere la lucha contra el cambio climático y ofrezca financiación sostenible a los países en vías de desarrollo. La mayoría de observadores coincide en que los compromisos difundidos por los Gobiernos desde el inicio de la cumbre del clima de la ONU el 31 de octubre en Glasgow “son un paso adelante”, si bien “todo depende de que se apliquen pronto y bien”, dice Nick Mabey, del prestigioso centro de estudios E3G.

ONG como Greenpeace reconocen que ha habido avances, pero advierten de que muchas de las iniciativas “son voluntarias” y a veces “la letra pequeña incluye lagunas”, por lo que el éxito residirá en su ejecución.

“En conjunto, el hecho de que ahora tengamos a un 90% de la economía mundial comprometida a alcanzar un cero neto de emisiones de carbono y que, si los países cumplen sus compromisos, podemos limitar el calentamiento global a 1,8 grados este siglo (según datos de la Agencia Internacional de la Energía, AIE) significa que los políticos se han dado cuenta de la magnitud del problema y están ofreciendo soluciones”, afirma Mabey.

Según datos de Naciones Unidas, en el caso de que se cumplieran las medidas anunciadas hasta ahora conllevaría una reducción de 9 gigatoneladas de CO2, frente al total de 22 que deben eliminarse antes de 2030 para lograr limitar el calentamiento del planeta este siglo a 1,5 grados, tal como recoge el Acuerdo de París alcanzado en la cumbre del clima de 2015.

Para mantener viable esa meta, los Estados deben acordar al final de la COP26, este viernes 12 de noviembre, un mecanismo para espolear el recorte de emanaciones, con ayudas para los territorios más pobres que, sin fomentarlas, sufren sus consecuencias.

Una de las mejoras concretas en lo que va de cumbre ha sido el primer anuncio que hizo la India, uno de los países más contaminantes, sobre cuándo prevé alcanzar las ceros emisiones netas, algo que hará en 2070 (frente al objetivo general de 2050), y que triplicará sus fuentes de energía renovable para 2030. Analistas como Ed King valoran también los tres compromisos multilaterales adquiridos para ir abandonando la generación de electricidad con hidrocarburos, responsable del 25% de las emisiones de CO2.