- El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, alertó ayer de las “implicaciones” que tienen para la seguridad de la Alianza una China cada vez más “asertiva” y una Rusia más “agresiva”. “Nos enfrentamos a una competencia estratégica creciente, un autoritarismo en avance y una inestabilidad generalizada, impulsado por un comportamiento ruso más agresivo y una China cada vez más asertiva”, indicó Stoltenberg en la apertura de una reunión del Consejo del Atlántico Norte con los asesores de seguridad de los países miembros. Según el político noruego, “estas tendencias tienen implicaciones importantes para nuestra seguridad, nuestras democracias y nuestro estilo de vida”. “Y solo se pueden abordar con éxito si trabajamos juntos”, recalcó.

La OTAN confirmó el pasado miércoles la expulsión de ocho diplomáticos rusos de la embajada de Rusia ante la Alianza por ser presuntos espías. Agregaron que la OTAN también ha reducido la cantidad total de diplomáticos que Rusia puede acreditar ante la Alianza a diez. Stoltenberg dejó claro: “En la Alianza tenemos que ser vigilantes y actuar cuando vemos que miembros de la delegación rusa ante la OTAN llevan a cabo actividades que no están en línea con su acreditación”.

El secretario general de la OTAN había reconocido un día antes que las relaciones de la alianza transatlántica y Rusia están en “su punto más bajo desde el final de la Guerra Fría”, con Moscú cada vez “más agresivo” en el exterior y más “represivo” a nivel doméstico. “Creo que debemos darnos cuenta de que la relación entre la familia transatlántica y Rusia está en su punto más bajo desde el final de la Guerra Fría”, afirmó en una conferencia en la Universidad de Georgetown, en Washington.

Stoltenberg recordó ayer que, en la reunión de líderes aliados de Bruselas de junio pasado, reafirmaron que la OTAN “sigue siendo el foro transatlántico único, esencial e indispensable para consultas y acciones conjuntas” en relación con “todos los asuntos vinculados a nuestra seguridad individual y colectiva”.

Apuntó que, entonces, acordaron igualmente seguir ampliando y profundizando sus consultas, incluyendo a través de “compromisos más frecuentes a alto nivel”, como es el Consejo del Atlántico Norte de ayer con los asesores de seguridad nacionales.

Rusia afirmó ayer que la decisión de la OTAN de expulsar a ocho diplomáticos rusos por posible espionaje arruina toda posibilidad para la normalización de las relaciones con la Alianza Atlántica. “Estas acciones no nos permiten hacernos ilusiones acerca de la posibilidad de normalizar las relaciones y retomar el diálogo con la OTAN. Más bien, las socavan casi por completo”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa telefónica diaria.

Según Peskov, las declaraciones de la OTAN sobre Rusia son “contradictorias”, porque por una parte hablan del deseo de normalizar relaciones y, por otra, adoptan decisiones que impiden avanzar en esa dirección.

A su vez, la portavoz del Ministerio ruso de Exteriores, María Zajárova, reiteró este jueves que el paso tomado por la Alianza no se quedará sin respuesta. “La falta de voluntad de la OTAN para cooperar se ha vuelto evidente de forma definitiva e irrevocable, partiremos de eso a la hora de preparar las medidas de respuesta”, dijo Zajárova en rueda de prensa.

Agregó que la acusación de realizar “acciones maliciosas” esgrimida por la Alianza para expulsar a los diplomáticos rusos es “infundada e hipócrita”. “No fue algo inesperado, pues ya habían limitado la cantidad de nuestra representación en 2015 y 2018. Se trata de una postura persistente”, recordó.

En 2018, la OTAN expulsó a siete diplomáticos rusos en respuesta al envenenamiento del exespía Serguéi Skripal en Salisbury, una localidad del sur de Inglaterra.