Los talibanes designaron este martes al resto de miembros de su gobierno en Afganistán, casi una veintena de nuevo ministros y viceministros, algunos de ellos provenientes de distintas comunidades étnicas y minorías pero sin mujeres.

La mayoría de estos nombramientos "se realizaron en base a la profesionalidad y el mérito y fortalecerán aún más los recursos humanos del Emirato Islámico", dijo en una rueda de prensa el viceministro de comunicaciones del Gobierno islamista y principal portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid.

Sin embargo, pese a manifestar en reiteradas ocasiones que su objetivo era un gobierno "inclusivo", entre los nuevos ministros, de Comercio, Salud o Energías, entre otros, se encuentran solo unos pocos representantes de etnias no pastunes -la mayoritaria de los talibanes- u otras minorías, y ninguna mujer.

El portavoz del grupo y actual viceministro de Información y Cultura, Zabihulá Muyahid, ha manifestado que la cúpula del grupo está sopesando las posibilidades y trabajando para lograr un Ejecutivo más inclusivo", en medio de las críticas por la ausencia de mujeres y la decisión de permitir la vuelta a los centros educativos sólo a los estudiantes varones.

En este sentido, Muyahid ha dicho que los talibán "trabajan para completar los procedimientos para que las niñas puedan retomar su educación", sin dar una fecha concreta para la reapertura de centros, que estarán segregados por sexos, según ha informado la cadena de televisión afgana Tolo TV.

Por otra parte, ha reconocido "algunos problemas en varias provincias" por ataques y acoso a periodistas y medios de comunicación. "Los medios son importantes y apoyamos a los medios", ha manifestado, al tiempo que ha recalcado que estos problemas "están siendo abordados".

Muyahid ha señalado además que la visita del director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, supone una esperanza para abordar los problemas que atraviesa el sector sanitario en el país asiático.

Los talibán, que se hicieron con el poder a mediados de agosto tras entrar en Kabul poco después de la huida del país del entonces presidente, Ashraf Ghani, han anunciado ya la formación de su Gobierno, marcado por la falta de mujeres y de representantes de otros grupos políticos de Afganistán.