- El Gobierno de Marruecos ha confirmado que el veterano diplomático sueco Staffan de Mistura, antiguo enviado de la ONU para la guerra de Siria, cuenta con su apoyo para ocupar la vacante de la organización internacional en el Sáhara Occidental, lo que en teoría anticipa su inminente nombramiento como enviado, puesto que el Frente Polisario ya se había mostrado favorable.

El enviado marroquí ante la ONU, Omar Hilale, confirmó a la agencia de noticias MAP que “efectivamente” De Mistura cuenta ya con el apoyo de Rabat. “El anuncio del nombramiento de Staffan de Mistura se hará en los próximos días, tras la aprobación de los miembros del Consejo de Seguridad” de Naciones Unidas, explicó.

El nombre del diplomático sueco ya había sonado como posibilidad dentro de unas negociaciones en las que, como llegó a reconocer el secretario general de la ONU, António Guterres, las partes han rechazado más de una decena de nombres propuestos. Guterres reveló que se habían puesto varios nombres encima de la mesa y que si no se había hallado sustituto a Koehler no era porque no se hubiese intentado.

El puesto permanece vacante desde que el expresidente alemán Horst Koehler dimitió en mayo de 2019, alegando motivos de salud. Bajo su mandato, el Gobierno de Marruecos y el Polisario, que controla la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), retomaron los contactos.

El Frente Polisario había dado en abril de este año su aprobación a la propuesta de De Mistura. En declaraciones difundidas entonces por la agencia estatal de noticias APS, el embajador saharaui en Argelia, Abdelkader Taleb Omar, dijo que la República Árabe Democrática Saharaui (RASD) -reconocida por decenas de países- veía “con buenos ojos” a un hombre bregado en conflictos como el del Líbano en la década de los noventa y de Siria la década pasada.

Ahora, el embajador marroquí espera que De Mistura trabaje “para llegar a una solución política, realista, pragmática, duradera y de compromiso” en relación a la antigua colonia española, para lo cual ofreció el “apoyo indefectible” de Rabat.

Sobre el retraso en el nombramiento, Hilale apuntó que Guterres “debía encontrar al candidato calificado y de estatura internacional para la reanudación del proceso político”, algo que “no era fácil”, si bien lo poco que ha trascendido públicamente desde la marcha de Koehler tiene que ver más con vetos cruzados que con problemas de cualificación.

Hilale acusó a “las otras partes” -el Frente Polisario y Argelia- de “tergiversar” discursos y utilizar “falsas evasivas” para rechazar a varios candidatos muy cualificados, en alusión a nombres como los del exprimer ministro rumano Petre Roman y del exministro de Exteriores portugués Luis Amado, a los que el Polisario había señalado por su cercanía a Rabat.

Las autoridades marroquíes consideran a De Mistura “un pilar de Naciones Unidas” en materia de resolución de conflictos, con “larga experiencia diplomática”. “Su comprensión de las amenazas a la seguridad y a la desestabilización en el norte de África, así como su independencia y neutralidad de las Naciones Unidas le serán de gran ayuda para facilitar, de manera serena y fructífera, el proceso político de este diferendo regional”, añadió Hilale.

Las negociaciones entre Marruecos y el Frente Polisario sobre la independencia del Sahara Occidental están rotas desde que en 2018 Rabat anunciara que ignoraba los acuerdos previos y solo aceptaría lo que definió “una amplia autonomía” para la antigua colonia española, que ocupó en 1975.

En 1991, ambos contendientes firmaron un acuerdo de alto el fuego que incluía el compromiso total de celebrar un referéndum de autodeterminación, consulta que no ha tenido lugar hasta la fecha por las objeciones puestas por Marruecos al censo.

La situación en la antigua colonia española es de alta tensión desde que en noviembre del pasado año tropas marroquíes penetraran en la zona desmilitarizada de Guerguertat, que une Mauritania con las zonas ocupadas por Marruecos, para desmantelar una sentada saharaui en protesta por el uso comercial que Rabat y Nuakchot hacen de ese paso.

Al día siguiente, el Polisario consideró roto el alto el fuego y comenzó una campaña de hostigamiento militar al Ejército marroquí a lo largo del Muro de Separación que éste construyó en el desierto, el más largo del mundo.