Dos días después de las históricas protestas masivas en Cuba se ha confirmado el primer muerto, el Gobierno insiste en culpar a EE.UU., sigue cortado internet en toda la isla y se mantiene la fuerte presencia policial, mientras familiares y amigos buscan a los detenidos en las manifestaciones.

Los arrestados suman más de 150, según Human Rights Watch (HRW), y activistas denuncian que a las detenciones del domingo se han sumado otros de opositores, activistas, periodistas independientes en los dos días posteriores. El Gobierno no ha dado cifras oficiales.

DESINFORMACIÓN TOTAL SIN INTERNET

La desinformación en Cuba hoy no se limita al paradero de los arrestados -de los que un pequeño grupo fue liberado en las últimas 24 horas, según fuentes cercanas- sino a todo lo relacionado con el estallido social en la isla, ya que las autoridades han cortado el servicio de internet móvil y casi nadie en Cuba puede permitirse una conexión wi-fi.

El apagón de internet está provocando un parón en parte de las actividades del país, que pasaron a ser online por la pandemia. "Sin conexión no podemos trabajar estos días, vamos a ver qué pasa", indicó a Efe una profesora de una universidad de La Habana donde las clases y otras actividades son virtuales desde hace meses.

Además, para los pocos que tienen acceso a las redes es difícil conocer la situación real, ya que circulan vídeos de revueltas ciudadanas que en muchos casos son falsos, deslocalizados o se hacen pasar por nuevas imágenes cuando corresponden a las primeras manifestaciones.

PRIMER MUERTO EN LAS PROTESTAS

Las autoridades sí confirmaron este martes el primer muerto en las protestas, un ciudadano de 36 años que murió el lunes durante un enfrentamiento con agentes en el Consejo Popular Güinera del municipio de Arroyo Naranjo, un barrio marginal en el sur de La Habana donde los vecinos se lanzaron a las calles al grito de "libertad", según muestran vídeos difundidos en las redes.

Además del fallecido, varias personas fueron detenidas y otras sufrieron lesiones, entre ellos agentes de la autoridad, en el suceso de Güinera, que el Gobierno atribuyó a un acto de vandalismo del grupo de vecinos, al que acusó de agredir primero a los policías.

CUBA INSISTE EN SEÑALAR A EE.UU.

En todo caso, el ejecutivo de Díaz-Canel no se desvió hoy un ápice de su argumentario y su canciller, Bruno Rodríguez, compareció para recordar quién es a su juicio el único culpable de la crisis en Cuba: Estados Unidos.

Al embargo impuesto por Washington hace seis décadas y endurecido con nuevas sanciones en la pasada administración de Donald Trump atribuye el Gobierno cubano la grave escasez de alimentos, productos de aseo y medicinas, así como los habituales apagones y otros problemas que los manifestantes han denunciado en sus protestas en toda la isla.

El canciller también acusó a Estados Unidos de financiar una campaña mediática en las redes sociales para promover un cambio de régimen en la isla mediante levantamientos ciudadanos.

Las manifestaciones ciudadanas iniciadas el domingo en toda Cuba han sido las más importantes en 60 años, con el único precedente del "maleconazo" de agosto de 1994, limitado a La Habana.